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Embarcando en el barco del Fa: Mi experiencia cultivándome como un estudiante

Jul. 4, 2010 |   Por una practicante de Falun Dafa de la provincia de Shandong

[Minghui Net] Soy una practicante de Falun Dafa de la provincia de Shandong. Tengo 22 años y soy estudiante de universidad. Comencé a practicar Falun Gong en 1998. En aquel entonces, era una estudiante de solo 11 años. Falun Dafa me ha acompañado durante más de diez años. Mirando atrás en el sendero de mi cultivación me siento un poco arrepentida. Aunque he caminado en la senda de la cultivación, no he sido capaz de ajustarme a los estándares de Falun Dafa todo el tiempo. A veces era diligente, a veces no. Defraudé a Shifu. Estoy agradecida a Shifu por no perder la esperanza en mí. Él ha estado observándome y guiándome en el camino a casa.

1. Praticando Falun Dafa con mi madre

Mi madre empezó a practicar Falun Dafa antes que yo. Antes de que empezara a practicar, estaba tan enferma que no podía subir las escaleras. Tenía que tomar medicación todos los días del año. Aunque mi padre trabajaba, los ingresos no eran muy altos. Con los gastos médicos que tenía que cubrir de mi madre, llevábamos una vida difícil. En aquel tiempo, había asistentes de algunos sitios de práctica de Falun Dafa que venían a nuestro vecindario a difundir la práctica. Mi madre quería probarlo, así que empezó a practicar. Cerca de un mes más tarde, su enfermedad se curó. Después de ser testigos de este milagro, mi padre y yo apoyábamos mucho que practicara Falun Gong. Así que se hizo practicante. En aquel entonces yo era bastante joven. Aunque empecé a acompañar a mi madre a practicar, realmente no sabía qué era la práctica de cultivación. Había muchos practicantes en nuestro barrio. Empezamos a hacer los ejercicios cada mañana a una hora establecida. Yo siempre me ponía en primera fila y hacía los ejercicios seriamente con los demás. Algunas veces mi madre y yo íbamos en bicicleta a un gran sitio de práctica que se encontraba cerca, en el que había varios cientos de practicantes haciendo los ejercicios juntos. Era realmente magnífico. Hoy todavía recuerdo la escena, con muchos de nuestros practicantes jóvenes de pie en primera fila. Pensando sobre esto ahora, siento que era muy feliz.

2. Superando tribulaciones

En 1999 el Partido Comunista Chino empezó la brutal persecución a Falun Gong. En ese momento mi madre y yo solo llevábamos un año practicando. Enfrentando la aplastante y malvada persecución, estábamos confundidas: ¿Era verdad lo que se mostraba en TV? ¿Por qué el gobierno se oponía a Falun Dafa? Después de que pensamos sobre ello, entendimos: Falun Dafa ha demostrado tantas transformaciones milagrosas de las que hemos sido testigos en primera persona. ¡No puede ser falso! Además seguimos los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser buenas personas. ¡No hay nada malo en eso tampoco! Por tanto, como decenas de millones de practicantes, mi madre y yo emprendimos el camino de validar el Fa. Habíamos preparado carteles de aclaración de la verdad. Fuimos en bicicleta a distribuirlos a los pueblos y a áreas residenciales cercanas. También encontramos tizas y escribíamos mensajes de aclaración de la verdad por las tardes en sitios públicos. Una vez escribimos mensajes en la puerta principal de una fábrica. Al día siguiente mi madre me dijo que había mucha gente rodeando la puerta, leyendo las palabras que habíamos escrito. También estaban hablando sobre ello. No fue hasta que la persona a cargo de la fábrica se enteró que lo borraron. Estuvimos haciendo esto durante el tiempo en que el mal era más desenfrenado. Nuestros mensajes lograron un gran efecto y asustaron a las fuerzas del mal. Esto nos puso a mi madre y a mí muy contentas. Pero una vez, poco después de aquello, mientras mi madre estaba distribuyendo materiales, alguien la denunció y se la llevaron a un campo de trabajos forzados.

Yo era una estudiante de primaria y vivía en casa de mi tío. Todavía lo recuerdo. Era por la mañana y estaba lloviendo, justo cuando mi hermana y yo íbamos a salir, nuestra madre nos llamó por teléfono. Fui yo quien lo tomó. Mientras mi madre hablaba por teléfono se ahogaba. Dijo que había sido arrestada. Me preguntó si debería decirles donde había obtenido los materiales de aclaración de la verdad. Nunca se había encontrado con una situación como esta y no sabía qué hacer. Yo también estaba estupefacta. Después de recobrar mis pensamientos, le dije firmemente: No, no lo hagas. Entendí que lo que estábamos haciendo era muy importante, por tanto, no debíamos nunca decirle nada a nadie. Ella estuvo de acuerdo y colgó el teléfono. Hice como si no hubiera pasado nada, le dije adiós a mi tía y salí de casa. Iba montando en mi bicicleta y dirigiéndome al colegio con mi hermana. En el camino, ya no pude aguantar más las lágrimas y las dejé caer con la lluvia.

Por la tarde, después de que mi tío llegara a casa, empezó a contarme sobre lo que le había pasado a mi madre. Descubrió que yo ya lo sabía. Después de eso, las tribulaciones vinieron una detrás de otra. La actitud de mi padre hacia Falun Dafa cambió drásticamente. Bajo la presión, empezó a ser hostil hacia Falun Dafa y quería divorciarse de mi madre. A mi no me permitía seguir practicando. Me habló algunas veces mostrando su postura de un modo muy dura. Dijo que si no abandonaba la práctica cortaría toda relación conmigo. Todos los familiares de mi padre lo apoyaban y uno tras otro, todos ellos me hablaban con el mismo propósito.

Para mí fue un periodo muy difícil en aquel entonces. No había nadie con quien pudiera hablar, estaba tan deprimida que me sentía casi ahogada. A menudo me escondía debajo de la manta y lloraba. No quería abandonar Falun Dafa y todo lo que podía hacer era permanecer en silencio. Mi madre estaba pasando por un periodo aún más difícil, se veía forzada todos los días a ver videos que difamaban a Falun Gong. Encima de eso la forzaron a escribir una declaración de garantía de dejar de practicar. Mi madre se negó a firmarla, por lo que mi tío le escribió una carta para pedirle que firmase la declaración. Yo le escribí una carta también. En la carta le decía cuanto la echaba de menos. Le pedía que se cuidase bien. Al final, hice un dibujo de una chica joven. Esa chica joven era yo. También dibujé un ojo entre sus cejas que representaba el ojo celestial. Quería decirle a mi madre que no había cambiado, ni me había rendido. Desgraciadamente, mi madre malinterpretó mis intenciones al escribirle la carta. No la abrió ni siquiera, la rompió y la tiró a la basura. En aquel periodo de tiempo cuando me preparaba para el examen de mitad de trimestre, dejé atrás el apego a mi madre. Saqué una nota muy buena y fui admitida en un buen colegio. Después de que mi madre estuviese detenida tres meses, fue liberada y volvió a casa.

Después de que volviera, la postura de mi padre se volvió nuestra mayor tribulación. Debido a que mi madre fue liberada luego de escribir las llamadas tres declaraciones, mi padre pensó que había abandonado la práctica. Por lo que, al principio, vivíamos en paz. Más tarde, se dio cuenta de que mi madre no había dejado de practicar Falun Gong, y comenzó a usar todo tipo de medios coaccionándola para que dejase de practicar, rompiendo sus libros, destruyendo sus cintas de audio y rompiendo el quemador de incienso para mostrar respeto a nuestro Shifu. Cuando intentábamos pararlo y aclararle la verdad, se ponía aún más furioso y empezaba a golpearnos. Una mañana, mi madre se levantó temprano a hacer los ejercicios, y mi padre la vio. Corrió a nuestra habitación y empezó a golpearla. Me desperté e intenté pararlo. Acabé siendo abofeteada y caí de la cama al suelo. Mí madre empezó a sangrar por la boca y la nariz, pero todavía intentaba protegerme de ser golpeada. Debido a que carecía de un profundo entendimiento del Fa, solo sabía resistirlo de una manera común. Este tipo de tribulación nos ocurrió algunas veces más.

En ese momento, ambas carecíamos de un entendimiento profundo de Falun Dafa. Yo no sabía cómo usar el Fa para protegernos, o usar pensamientos rectos para eliminar la interferencia demoníaca. En su lugar, confiábamos en la mentalidad competitiva para resistir. Como resultado fuimos perseguidas de nuevo una y otra vez. Más tarde, a través de estudiar el Fa consistentemente y estudiar los nuevos artículos de Shifu, finalmente llegamos a darnos cuenta de nuestras brechas. Intentábamos seguir los requisitos del Fa y seguir cultivándonos bien y al mismo tiempo enviar pensamientos rectos para eliminar la interferencia del mal. Aclaramos la verdad a mi padre persistentemente. Al final, después de cinco o seis años mi padre gradualmente cambió su actitud. Ahora no solo ya no interfiere con mi madre ni conmigo, sino que también ha renunciado a la membresía de la liga juvenil del PCCh y ha publicado una declaración solemne. Ha elegido un futuro brillante. Nos sentimos verdaderamente felices por él. Todavía no le gusta el hecho de que mi madre aclare la verdad a otros, por lo que necesitamos mejorar de manera que cambie más adelante. Mientras tengamos un corazón de salvar seres conscientes, creemos verdaderamente que veremos buenos resultados.

3. Siendo testigo de los milagros de Falun Dafa

Falun Dafa me ha desplegado muchos milagros. Por ejemplo, estaba preparándome para un examen de ingreso para ser admitida en la universidad. El examen era bastante difícil, el porcentaje de aprobados era solo del 20 %. También, me estaba dedicando a otro importante. Además de eso, cuando decidí presentarme al examen de admisión, solo quedaban cuarenta días. Necesitaba preparar seis asignaturas, cinco de las cuales nunca había estudiado antes. Estudiaba el Fa todos los días antes de preparar el examen. Tenía este pensamiento en mi mente: Dejaré todo en manos de Shifu, solo tengo que hacerlo lo mejor que pueda. Resultó que salieron sesenta estudiantes admitidos para la universidad y mi puntuación estaba en el puesto número 49, así que fui admitida con éxito. Cuando mis amigos escucharon la historia, pensaron que era realmente impresionante. Verdaderamente, Falun Dafa es tan extraordinario como esto, como dijo Shifu en Zhuan Falun: La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del Shifu.

4. Caminando el sendero de validar bien el Fa

En mi cultivación personal, no lo he hecho lo suficientemente bien. En la universidad, solo aclaraba la verdad a mis compañeros de clase, lo cual no es suficiente. En cuanto a enviar pensamientos rectos a las horas establecidas mundialmente, algunas veces cuando estaba ocupada, me olvidaba de enviarlos. Como resultado perdí el enviar pensamientos rectos muchas veces. Algunas veces aflojaba. Esto provocaba, que no estudiara el Fa ni hiciera los ejercicios. Por esta razón, tropezaba varias veces. Hubo algunas veces que sufrí *yeli de enfermedad grave. Por poco fallé en pasar la prueba. Afortunadamente, tenía a mi madre para ayudarme. Compartía entendimientos conmigo, me ayudó a encontrar la brecha de la que se estaba aprovechando la interferencia del mal, y me animó a seguir adelante con fuerza. Enviaba pensamientos rectos por mí, y mantenía un ojo cerca para asegurarse de que trabajaba lo suficientemente duro para superar rápidamente la tribulación. Estaba muy agradecida a mi madre. Sin su ayuda, me imagino que en tan complicado ambiente en el mundo humano, especialmente como una discípula joven que carecía de auto control, probablemente hubiera estado sujeta a todo tipo de interferencias. Como resultado, posiblemente no hubiera podido pasar las pruebas y tribulaciones, y me hubiera rendido a mitad de camino en mi cultivación. Pensé: Shifu hizo que mi madre estuviese conmigo, hizo que nos cultivemos juntas, con el propósito de permitirnos ayudarnos mutuamente y mejorar juntas, de manera que podamos regresar a casa al final de nuestra cultivación.

Entendí que tenía que eliminar muchos apegos. Apegos como el egoísmo, lujuria, fama, interés personal etc. Mi mayor apego es la lujuria. Siendo una practicante joven la lujuria es la mayor interferencia para mí. Especialmente en un ambiente social, cosas que no son rectas y que están llenas de imágenes pornográficas interfieren con nosotros. Shifu ha hablado sobre este asunto muchas veces. Lo que estoy señalando aquí es que la rectificación del Fa ha llegado a este último paso. Cada practicante, especialmente los practicantes jóvenes, deben ser firmes para no ser interferidos con este tema. Me he encontrado con esta situación en la que incluso aunque estaba clara en mi corazón de lo que debía hacer, seguía encontrando difícil eliminarlo. Al mismo tiempo, debemos enviar pensamientos rectos para eliminar el apego. Si todavía seguimos siendo interferidos, deberíamos pedir ayuda a Shifu, no deberíamos nunca ser auto-indulgentes y simplemente dejarlo pasar. Si somos indulgentes, las viejas fuerzas se aprovecharán fácilmente de nosotros. Hemos recibido muchas lecciones en el pasado. En cuanto a mi, seré más estricta conmigo y haré bien las cosas que debo hacer.

Mirando atrás en mi camino de cultivación de más de diez años, he experimentado muchas cosas. Soy lo suficientemente afortunada de ser discípula de Shifu y de haberme convertido en una discípula de Dafa del periodo de la rectificación del Fa. Soy afortunada de poder asistir al Shifu en validar el Fa junto con muchos otros seres divinos, y caminar este precioso sendero para regresar a casa. En la etapa final del viaje, haré lo mejor que pueda para completar mi sagrada misión.

*Yeli (ieli): potencia de ye.