[Minghui Net] La Sra. Shi Rongxian y su esposo e hija son practicantes de Falun Gong del condado de Yilan, provincia de Heilongjiang. Desde el 20 de julio de 1999, cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a perseguir a Falun Gong, los oficiales del buró policial del condado de Yilan, la estación de policía y los oficiales del PCCh los han acosado frecuentemente y han perseguido a la familia. A continuación está su declaración personal sobre su experiencia de persecución en China.

Perseguida por ir a apelar a Beijing a favor de Falun Gong

El 23 de octubre de 1999, mi esposo, mi hija y yo fuimos a Beijing a apelar legalmente por Falun Gong, pero los oficiales de policía en Beijing nos arrestaron y nos llevaron a la oficina de coordinación en Beijing. Más tarde fuimos detenidos en el centro de detención Nº 2 del condado de Yilan.

En el centro de detención, Huo Cai y otros dos guardias me forzaron a sentarme en una silla y se turnaron para golpearme las caderas con una correa de cuero. Huo Cai me abofeteó la cara, me golpeó la cabeza y luego la golpeó contra la pared. Sentía mis oídos zumbando y veía estrellas. Me preguntaron: "¿Quién los dejó ir a Beijing?" Cuando no respondí, me torturaron y golpearon hasta que oscureció. Mis caderas estaban moradas por los golpes. Después de eso, estuve detenida por treinta días.

Los oficiales de policía usaron una correa de cuero para golpear a mi esposo, el Sr. Zhang Keming, y esposaron sus manos detrás de su espalda tan apretadamente que la circulación se le cortó. También lo forzaron a permanecer de pie con su espalda contra la pared, su cabeza mirando hacia abajo, y ambas manos levantadas hacia atrás durante cinco horas. Las caderas de mi esposo estaban moradas y sus manos también estaban heridas. Estuvo detenido durante veintitrés días.


Mi hija adolescente también fue torturada

El 20 de febrero de 2000, Long Deqing, Han Yunjie, y otros oficiales de policía de la sección legal y política del condado de Yilan arrestaron a mi esposo y a mi hija mientras estaban practicando los ejercicios de Falun Gong afuera. La policía vio que mi hija era joven así que intentaron forzarla a decir quién había organizado la práctica. Más tarde se la llevaron al Centro de Detención Nº 1. Tres oficiales de policía jóvenes la torturaron. Li Baihe, un oficial de policía de la sección de investigación criminal, usó una correa de cuero y un cucharón de metal para golpearle las manos y usó las esposas para herirle los dedos (ver foto 1). Dos oficiales de policía extendieron sus brazos por la fuerza y los sostuvieron en contra de la pared. Usaron picanas eléctricas para golpear las partes sensibles de su cuerpo, incluyendo su cabeza, sienes, cuello, labios, quijada y dedos. Le arrancaron la ropa y golpearon sus costillas hasta que dos de las picanas se quedaron sin electricidad. No solo la torturaron físicamente sino que también insultaron su humanidad. Esta tortura dejó a mi hija con dolor, picazón y heridas internas. Su quijada desarrolló ampollas, su cabello estaba chamuscado y olía terriblemente, su cuello y piernas tenían puntos rojos, sus manos estaban heridas, y su cara estaba desfigurada. Finalmente se retorció por completo y no podía abrir sus ojos. La policía tuvo miedo de ser hecha responsable así que dejaron de golpearla.


Usando esposas para herir sus dedos (foto 1)

Después de haber sido torturada durante un día entero, mi hija fue llevada a una celda. No podía levantarse. No pudo usar su mano derecha durante dos semanas y no podía echarse sobre uno de sus lados porque le dolía demasiado hacerlo. Sus manos estaban heridas y no se han recuperado hasta el día de hoy. Desde ese entonces a menudo ha tenido palpitaciones en el corazón. Mientras estuvo detenida la forzaron con frecuencia a permanecer de pie en medio de la nieve, e incluso le echaban agua fría. Estuvo detenida por más de cuarenta días y fue liberada solo después que pagamos seis mil yuanes, además de novecientos yuanes por cuentas de comida.

El 1 de octubre de 2001, mi hija fue a Beijing para apelar por Falun Gong. Fue arrestada y llevada a la estación de policía cerca de la plaza Tiananmen. Esa noche fue llevada a un campo de trabajos forzados, un lugar horrible donde los insultos de los guardias y los gritos de los practicantes pueden ser escuchados a cualquier hora y en cualquier lugar. Cuando empezaron a interrogarla, se retorció por completo y le salió espuma por la boca. La dejaron convulsionar en el piso durante más de una hora. Varios oficiales de policía la rodearon y le robaron su reloj y su dinero. Uno de ellos le dijo al otro: "La chica se ve muy bonita. Puedes llevártela a tu casa". Otro oficial dijo: "Llévatela tú a tu casa". Se rieron maliciosamente de rato en rato. Finalmente, vario oficiales de policía la llevaron al hospital.

Le metieron bastones de algodón en las fosas nasales y los presionaron con fuerza. Mi hija se retorció durante casi toda la noche. Al día siguiente los oficiales de policía local la enviaron de vuelta a prisión. En el camino, inició una huelga de hambre. Cuando los oficiales la esposaron en la estación de bus, empezó a retorcerse nuevamente y no podía respirar. Se le dio oxígeno varias veces y su condición era crítica. La policía tenía miedo de hacerse responsable, así que la enviaron de vuelta a casa. La policía local vino a la casa varias veces a investigar su situación. Los oficiales del buró de policía del nivel de la ciudad vinieron y dijeron que la sentenciarían a dos años de trabajos forzados sin importar si eso la mataría o no. Después de escuchar las noticias, mi hija dejó la casa para escapar de la continua persecución. Se quedó sin un lugar donde vivir y vivió en la calle durante cuatro años.

Mi esposo fue arrestado otra vez y fue perseguido hasta la muerte

El 29 de octubre de 2001, mientras mi esposo y yo estábamos en el campo distribuyendo volantes que explicaban la verdad sobre Falun Gong, fuimos reportados a la policía por los aldeanos que creían las mentiras del partido comunista chino. Fuimos arrestados, y fui llevada a la comisaría de Dongcheng. Un oficial local llamado Liu Guochang alentó al superintendente Wang Chunsheng y a otro oficial para que me golpeen la cara. Me halaron el cabello y golpearon mi cabeza contra la pared. Mi cabeza estaba sonando y me sentía mareada. Fui forzada a sentarme en una silla durante toda la noche.

Al día siguiente me llevaron al centro de detención. Inicié una huelga de hambre. En el tercer día, Zheng Jun, el superintendente del centro de detención, y Lin Zhong ordenó a uno de los reclusos varones que me amarrase a una silla. Luego cerca de cinco reclusos sostuvieron mi cabeza, taparon mis fosas nasales, me abrieron la boca y vertieron dos botellas de agua salada directamente en mi garganta. Ni siquiera me permitieron tomar un respiro. Casi me sofoco y me dolía el cerebro. Me oriné en los pantalones y cuando dejaron de alimentarme por la fuerza, vomité mucha sangre mezclada con agua. Cinco días después fui liberada.

A casi las 9:00 p.m. del 29 de diciembre de 2001, Hao Aimin, director de la comisaría Liu Guochang y otros oficiales locales vinieron a mi casa. Manejaban un auto de la policía pero no mostraron ninguna identificación. Llevaban consigo picanas eléctricas, se pararon fuera de mi casa, nos gritaron y nos ordenaron abrir la puerta. Nos arrestaron a mi esposo y a mí, y nos llevaron a la estación de policía. Más tarde fuimos llevados al Centro de Detención Nº 2 del condado de Yilan, donde fui detenida por más de un mes. El 3 de abril de 2001 fui liberada y regresé a casa.

Mi esposo hizo huelga de hambre por más de cuarenta días para protestar por su detención ilegal y la persecución. Los guardias instigaron a los reclusos para que lo golpeen constantemente. Fue seriamente torturado y enflaqueció mucho, su espalda estaba doblada a noventa grados y caminaba con gran dificultad. A pesar de que estaba en tan terrible condición física, fue condenado a dos años de trabajos forzados y llevado al campo de trabajos forzados de Changlinzi el 8 de marzo de 2001. En ese campo, los guardias usaron picanas eléctricas para golpear las partes sensibles de su cuerpo, no le permitían dormir por largos periodos de tiempo, y usaron con él un método de tortura llamado "Cinco caballos partiendo un cuerpo", golpearon su cabeza, y lo torturaron de muchas otras maneras. Finalmente, debido a tan serias torturas, su cuerpo desarrolló heridas y su piel estaba llena de ampollas. También se le inyectó una droga desconocida.

El 9 de noviembre de 2003, no mucho tiempo después que mi esposo fuese liberado del campo de trabajos forzados, Zheng Jun, un oficial de la sección legal y política del buró de policía Liu Guochang, un policía local y una docena de otros oficiales, trataron de entrar a nuestra casa por la fuerza en tres oportunidades una misma noche. No abrimos la puerta. Finalmente se treparon por la pared exterior, rompieron las ventanas y una puerta, y saquearon la casa. Filmaron un video y lo transmitieron en la televisión del condado de Yilan. Tanto mi esposo como yo fuimos arrestados y detenidos durante quince días.

Desde que el PCCh empezó a perseguir a Falun Gong el 20 de julio de 1999, no hemos tenido paz. Los miembros de mi familia todos han vivido con miedo. Fuimos arrestados, detenidos y torturados de tiempo en tiempo y extorsionados por dinero. Hemos sufrido una tremenda presión espiritual. Después que mi esposo fuera liberado del campo de trabajos forzados de Changlinzi, estaba extremadamente delgado y nunca se recuperó. El 26 de marzo de 2006, murió. Antes de morir, su cuerpo estaba herido, sudaba más de lo normal, y tosía flema y sangre constantemente.