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(3) Shifu me limpió de todas mis enfermedades

Antes de practicar Falun Gong tenía muchos problemas de salud, incluyendo artritis, colecistectomía, gastrorragia superficial, duodenitis, enfermedades ginecológicas, y enfisema pulmonar hereditario. En síntesis, había tenido muchas enfermedades y donde sea que tocaba mi cuerpo había dolor. Lo peor era el dolor de cabeza. Después de dar a luz a mi hijo contraje fiebre puerperal, sentía frío en todo el cuerpo y tenía severos dolores de cabeza. Eran tan terribles que me enrollaba de dolor sobre mi cama.

La medicina occidental no podía curar mis enfermedades. Mi esposo es un médico y había encontrado muchos buenos y reconocidos médicos para que me vean, pero no podían curar mis dolores de cabeza, ni determinar cuál era mi problema, ni siquiera con rayos X. Me continuaba doliendo la cabeza. En verano tenía que usar una chaqueta y pantalones con aislamiento térmico. Cuando salía en el invierno me ponía un abrigo de cuero, un abrigo largo, un gorro, y un cobertor para la boca. Tenía que envolverme apretadamente. A pesar que no tenía ni treinta años, me veía como una persona de más de treinta o cuarenta años.

Nadie podía curar mis enfermedades. Pero después de escuchar a Shifu enseñando el Fa, mi rostro ya no se veía melancólico y seco como siempre se había visto. Ya no sufría de resfríos y ya no le tuve miedo nunca más al clima frío. En verano incluso podía usar faldas, lo cual ni siquiera me había atrevido a pensar en el pasado. También fui a nadar y volví a mi juventud. En diez días, de parecer una mujer de cuarenta años, me llené de juventud y energía como una mujer normal que tenía menos de treinta años.

Entonces una noche, cuando mi esposo había viajado por negocios, estaba en casa con nuestra hija. Había dormido pobremente, continuaba orinando a cada rato, y sentía que la parte de debajo de mi cuerpo dolía, de manera casi insoportable. Tan pronto como me echaba tenía que pararme nuevamente para orinar, y esto se repitió durante la noche entera. Solo logré dormir durante una hora justo antes del amanecer. Después que me levanté, fui al baño para vaciar el urinario. Era bastante pesado. Al principio debido a la tapa, no me había dado cuenta de su contenido. Para mi sorpresa no salía nada cuando trataba de vaciarlo, la botella con forma de calabaza tenía la base hinchada y la abertura estrecha, y cuando la examiné, estaba sorprendida de ver que la orina era una masa de pus y sangre que llenaba todo el contenedor. Estaba asustada, pero al mismo tiempo emocionada. Mi primer pensamiento fue que finalmente estaba curada. Y continué diciendo: "¡Gracias Shifu! ¡Gracias Shifu!".

Llamé a mi esposo y le pedí que viniese a la casa de inmediato. Cuando llegó y miró dentro del recipiente, estaba sorprendido: "¿Qué pasó? ¿Qué es esto?" Le dije: "Eso fue lo que oriné durante la noche. No pude dormir toda la noche, y esto fue lo que oriné". Le pregunté: "¿Qué es esto?" Sus ojos se abrieron bastante. Estaba estupefacto. Luego me preguntó: "¿Esto fue lo que orinaste?" Asentí. Miró más de cerca. Cómo médico sabía lo que significaba y reflexionó: "¡Qué tan grande debió haber sido el tumor! ¡La medicina actual nunca ha sido capaz de alcanzar algo así! ¡Es increíble!"

Después de este incidente mi esposo, empezó a practicar Falun Gong, y luego fue a escuchar la conferencia de Shifu en Jinan. Todos en mi familia saben de los cambios que hubo en mi, y uno a uno, mis hermanas y todos mis familiares empezaron a practicar Falun Gong. Cada vez que menciono este incidente, me conmuevo hasta las lágrimas. Estoy tan agradecida a Shifu.

(4) Nuestro gran y compasivo Shifu

El 11 de marzo de 1994, era el último día que Shifu se quedaba en Shijianzhuang. A las 8:30 a. m. era la sesión grupal de fotos en la puerta oeste del Estadio de Trabajadores, donde grupos de diferentes áreas iban a tomarse la foto con Shifu. Un fotógrafo profesional pidió diez yuanes por persona. Shifu dijo que era demasiado caro y nos pidió que encontremos a alguien entre los practicantes para tomarnos las fotos. Como resultado cada persona solo tuvo que pagar un yuan, para cubrir el proceso de las fotos. Shifu no quería poner una presión financiera adicional sobre los practicantes.

Shifu se tomó fotos con un grupo tras otro. Había tantas personas que la sesión duró hasta la hora de almuerzo. Se le pidió a Shifu que se paré aquí y allá.

Estaba llena de un profundo respeto por Shifu. Un Shifu tan grandioso, tan reconocido, y aún así no tenía la más mínima arrogancia, y era tan fácil de acceder y tan bueno. No hay palabras que puedan describir mi admiración por estas escenas, y nada resulta adecuado para describir la compasión de Shifu. Shifu se vestía muy simplemente. En especial me di cuenta de los zapatos de Shifu. Usaba zapatos de cuero con lazos y arrugados. Podías decir que habían sido usados por años. La ropa de Shifu era muy simple. Usaba una chaqueta de color marrón y un par de pantalones de color gris oscuro, muy ordenado y limpio.

Cuando Shifu demostraba la meditación sentada, se sacó los zapatos. Estaba sentada cerca de Shifu, y podía ver sus medias blancas a pesar que estaban muy bien lavadas y muy limpias, noté que tenía áreas desgastadas en los dedos del pie y los talones. Shifu usaba un suéter con cuello en V que tenía desgastados los codos, dejando traslucir la camisa. Obviamente había sido usada por algunos años. Había visto tantos tal llamados maestros de qigong en Beijing que usaban ropa y zapatos de marcas de diseñadores, algunos incluso usaban anillos de oro. Pero nuestro Shifu era tan modesto y con los pies sobre la tierra, y tan fácil de acceder. Nadie puede compararse con nuestro Shifu.

(5) Mejoramiento y cambios en mí en los primeros días de cultivación

Finalmente había encontrado el Fa recto para la cultivación y un Shifu tan grandioso. Sentía como si hubiese deseado hace mucho tiempo en lo profundo de mi corazón encontrar a un Shifu, y finalmente lo había encontrado. Grité desde el fondo de mi corazón: "Shifu, finalmente te he encontrado".

Falun Gong es pacífico y los movimientos de los ejercicios son armoniosos, lentos y suaves. La práctica le enseña a la gente a ser buena y cómo cultivar la mente y a ser amable. De repente vi la luz en mi vida. Cuando era muy joven pensaba: "¿Por qué son seres humanos los seres humanos? ¿Quién los hizo?" Después de estudiar el Fa llegué a entender el propósito de ser un humano, el por qué debemos ser buenas personas, y cómo ser una buena persona. Seguí los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en la vida diaria y en el trabajo. Mi temperamento mejoró y ya no me enojaba ni era terca.

Una vez compré colchonetas para los practicantes. Como no sabía mucho sobre colchonetas, algunas eran duras, algunas eran suaves, y algunas no eran de buena calidad. Unos pocos practicantes estaban descontentos y dijeron: "Gastó tanto dinero, pero la calidad es tan mala". Mi mente no se movió y me sentía calmada. Una niña de doce años salió a defenderme y dijo: "Usó su tiempo libre para comprarles colchonetas. ¿No tienen vergüenza de quejarse? Tía, no te preocupes de ayudarlos en el futuro. No puedo soportar escucharlos quejándose". Aquellos que se habían quejado se quedaron callados. No sentí nada cuando esto sucedió. En el pasado hubiera discutido con ellos. Gracias Shifu por enseñarme como ser una buena persona. Ahora puedo manejar una situación como esta con una sonrisa. Cuando mi esposo me mencionó esto después, me di cuenta que mi xinxing había mejorado.

Debido a que estaba manejando bienes en mi lugar de trabajo, previamente me había llevado algunos a casa para mi uso personal, incluyendo cosas como detergente para lavar ropa, jabón, cucharas y platos, etc. Después que empecé a practicar Falun Gong, recordé las enseñanzas del Fa y sus requisitos, así que devolví en silencio lo que me había llevado a casa. Un colega dijo que era una estúpida al hacer eso. Le dije que nuestro Shifu nos había dicho no buscar ganancias mezquinas.

Después de que el perverso partido comunista chino (PCCh) comenzó la persecución el 20 de julio de 1999, el secretario del partido en nuestra fábrica publicó por el altavoz que yo practicaba Falun Gong y aún así me había llevado mercancía de la fábrica a mi casa. Quería desprestigiar a Dafa, mi esposo fue a razonar con él, y le preguntó por qué había fallado en ver que era precisamente porque practicaba Falun Gong que había regresado lo que antes me había llevado a casa. El secretario del partido de repente se dio cuenta qué era lo que había sucedido y llegó a respetarme.

3. Mi experiencia asistiendo a una clase de Falun Gong nuevamente en Jinan en 1994

Unos pocos meses después de asistir a la conferencia del Fa en Shijiazhuang, Shifu enseñó el Fa en la ciudad de Jinan. Yo estaba muy feliz. Toda mi familia fue a Jinan.

Después del almuerzo, mientras las personas esperaban por Shifu en el salón, sostuve la rueda (el segundo ejercicio) y entré en un estado de profunda meditación por casi cinco minutos, y luego escuché a Shifu decir que empezaría ahora la clase. Me senté y me dormí de una vez y no me desperté hasta que escuché a las personas aplaudiendo y me di cuenta que Shifu ya había terminado la conferencia. Pero escuché todo lo que Shifu dijo mientras yo dormía. Era realmente mágico.

En nuestro camino de regreso a donde nos estábamos hospedando, recordé mi experiencia mientras sostenía la rueda. No había nada, pero yo era alta y gigante, inmensamente gigante, infinitamente gigantesca. Los practicantes me dijeron después que Shifu me miraba mientras sostenía la rueda. Me di cuenta que era debido al fortalecimiento de Shifu que había tenido esa experiencia extraordinaria.

Mientras íbamos en un bus al sitio de la conferencia, uno de los neumáticos explotó. Había unos cuantos de nosotros en el bus, y pensé que no íbamos a llegar a la lectura a tiempo. El conductor dijo: "No se preocupen, el siguiente bus vendrá pronto, y los llevaremos a donde están yendo, pero no les puedo decir cuánto tiempo tomará". Un practicante nos dijo que no nos preocupemos, y dijo que esa era una interferencia de otras dimensiones, y que Shifu haría arreglos para nosotros. Todos en el bus se quedaron callados y salieron del bus uno por uno. Con seguridad, no mucho después vino otro bus. Incluso llegamos al salón de la conferencia un poco antes.

Aproximadamente cuatro mil personas asistieron a la conferencia del Fa de Jinan. Llevé a mi hija y a mi familia al frente y nos sentamos frente a Shifu. Escuché muy atentamente. Esta vez era diferente de la última vez. La última vez simplemente quería que Shifu me tratase mis enfermedades, y no escuchaba cuidadosamente lo que Shifu enseñaba. En tres meses me había vuelto una persona diferente. Me volví más saludable y rápidamente en mi pensamiento, y ya no tenía frío todo el tiempo, e incluso podía usar faldas. Shifu quería limpiar nuestros cuerpos durante las conferencias y nos pidió que nos pongamos de pie, y que pisemos suavemente y nos relajemos. Nos pidió que pensáramos en una enfermedad que tuviésemos y si no teníamos ninguna enfermedad, podíamos pensar en la enfermedad de un familiar. Luego Shifu nos dijo que nos relajemos. Todos nos sentimos muy relajados. Cada vez que recuerdo esto me siento conmovida por mucho tiempo.

Durante el almuerzo, un practicante nos dijo que había visto a Shifu yendo a un pequeño puesto a comer, donde Shifu pidió un plato de fideos. Un practicante dejó la mitad de su plato de fideos. Shifu también se comió lo que sobraba para no desperdiciar la comida. Un practicante dijo con lágrimas: "¡Shifu es tan grandioso!".

Mi hija tenía más de seis años en ese entonces. Cuando nos tomamos la foto en grupo con Shifu, volteó su cabeza y continuó mirando a Shifu en vez de mirar hacia el lente. Más tarde me dijo, con sus dedos apuntando a su corazón: "Quiero recordar a Shifu en mi corazón". Estuve muy conmovida por lo que había dicho mi pequeña hija.

Después que regresamos, aquellos de nosotros que habían obtenido el Fa con anterioridad compartieron la belleza de Dafa con más personas. Inicialmente solo diez personas practicaban Falun Gong en mi lugar de trabajo. Para el 20 de julio de 1999, el número de practicantes se había incrementado a más de seiscientos. Incluso durante los últimos once años, viviendo bajo la persecución, más y más personas han conocido los hechos y la brutalidad de la persecución a través de los esfuerzos de los practicantes. Esta gente ya no sigue al perverso PCCh y muchos de ellos han empezado a practicar.