[Minghui Net] Vivo en el área de la montaña de Taihang y tuve la suerte de pasar un tiempo con Shifu, siendo testigo de los históricos momentos de la difusión del Fa y la salvación de la gente por Shifu. Me gustaría compartir lo siguiente con todos.

1. Siendo testigo de las maravillas de Dafa en la Exposición Oriental de la Salud de Beijing en 1993

(1) Invitando a Shifu a enseñar el Fa en Shijiazhuang

En diciembre de 1993, fui como reportera a la "Exposición Oriental de la Salud en Beijing", representando al Instituto de Investigación Científica del Cuerpo Humano de Shijiazhuang. Asistí a la exposición para visitarla e invitar a un conocido maestro de qigong para que enseñe en Shijiazhuang. El viaje me permitió tener la oportunidad de conocer por primera vez al Maestro Li Hongzhi.

En el puesto de exhibición de Falun Gong, recogí casualmente un libro, para que el Maestro Li me diese un autógrafo. Muchas personas estaban en una línea. Me paré al costado de la fila, sin saber qué hacer. Justo en ese momento escuché que Shifu me llamaba para pasarle el libro, lo que hice, por sobre las cabezas de otras personas. Shifu estiró su mano, tomó mi libro y escribió: "Li Hongzhi, 12 de diciembre de 1993". Con una sonrisa me devolvió el libro. Ese es un momento que nunca olvidaré.

Al día siguiente fui a la Asociación de Investigación Científica de Qi Gong en China, el principal presentador de la exposición, y le pregunté a su director, Fei Dequan, sobre qué práctica de qigong era buena. El me recomendó mucho a Falun Gong. Nuestra organización firmó un contrato con el Maestro Li, para que él fuera a enseñar Falun Gong en Shijiazhuang. La fecha fue establecida para el 3 de marzo de 1994.

(2) Siendo testigo de las maravillas de Falun Dafa en la exposición de la salud

Caminé por todo el salón donde se llevaba a cabo la exhibición. Varios puestos de qigong ocupaban un tercio de los espacios de la izquierda. Varios médicos bastante conocidos de todo China, que se especializaban, ya sea en medicina china u occidental, ocupaban los espacios del centro. Todos los otros puestos atraían muy poca gente, excepto por el puesto de Falun Gong, donde una gran cantidad de personas esperaban, y uno casi no podía llegar al frente. Fue así desde el primer día hasta el día de clausura de la exposición. Tres largas líneas de personas, que llegaban hasta la puerta de entrada, esperaban en frente del puesto de exhibición de Falun Gong.

Las personas que buscaban tratamiento de Shifu venían de toda China y sufrían de difíciles y complicadas enfermedades. Algunos eran empujados en sillas de ruedas, algunos eran llevados en camillas, y una pareja del campo llevaba a su hijo en un marco metálico. De rato en rato, escuchaba a personas gritando entre las masas: "Falun Gong puede curar enfermedades", "¡Falun Gong cura muy rápido!" También se escuchaban fuertes aplausos, voces de ánimo, expresiones de gratitud y sollozos, "¡(La enfermedad) se ha ido!, ¡(La enfermedad) se ha ido!" "¡Es mágico!" También vi a personas arrodillándose, inclinándose, y gritando entre sollozos: "¡Salvador!" "¡Fo viviente!" presencié todo esto con mis propios ojos.

En la mañana del último día de la exposición, los médicos que ocupaban puestos dentro del recinto, y aquellos que vendían equipo médico, dejaron sus puestos y fueron donde Shifu para recibir tratamiento. Le pregunté a un médico anciano de medicina china: "¿Por qué busca tratamiento de un maestro de qigong?" Su rostro se puso rojo y contestó: "Él (refiriéndose a Shifu) puede curar la raíz, yo no puedo". Este médico me había tratado en el pasado. Luego dijo: "Mejor es que usted vaya a recibir tratamiento de qigong".

(3) Siendo testigo de la pureza de Dafa

Esa tarde Shifu dio un seminario en el salón de exhibición y donó los ingresos de los boletos de entrada del seminario a la Fundación Capital de Justicia y Valor. Al mismo tiempo, la exhibición realizó una reunión de premios por evaluación. Me perdí la preciosa oportunidad de escuchar el seminario de Shifu porque quería estar en la reunión de evaluación.

Al final de la reunión de evaluación, el Maestro Li Hongzhi fue designado para recibir el premio más alto presentado por la exposición: "El Premio de Ciencia Avanzada más allá de los Límites", y "Maestro de Qigong más aclamado por las masas". Shifu ganó la mayoría de premios de la exposición. Alguien aceptó los dos premios en nombre de Shifu ya que estaba ocupado ofreciéndole a la gente instrucciones de Falun Gong.

Mi primera impresión de Shifu era su juventud, y su extraordinaria disposición, tan distinta a los otros. Pensaba: "¿No sería bonito tener a alguien como él como mi maestro?" Cuando Shifu me dio su autógrafo, pude sentir su bondad, y su sonrisa alejó instantáneamente mi aire recalcitrante y arrogante.

2. Aprendiendo el Fa y empezando la cultivación en la clase de enseñanza del Fa de 1994 en Shijiazhuang

(1) Shifu vino a Shijiazhuang a enseñar Falun Gong

El 3 de marzo de 1994, fue un día inolvidable para mi. Incluso hoy, puedo recordar todo claramente.

Como se había acordado previamente, Shifu llegó a enseñar el Fa a las 8:30 a. m. La clase se llevó a cabo en el salón de la Zona Militar de la provincia de Hebei. Empezó con una visión general del qigong. Casi novecientas personas estaban presentes, de los cuales seiscientas eran practicantes veteranos de Falun Gong que vinieron de Beijing con Shifu. El resto era gente local.

Cuando Shifu entró en el salón, se veía bondadoso, su rostro brillaba lleno de salud y radiante vigor. Durante la primera conferencia, Shifu nos dijo que abramos nuestras manos y nos preguntó qué podíamos ver. Mi hija de seis años de edad dijo en voz alta: "¡Mami, veo algo! ¡Puedo verlo! Está girando como un ventilador, y está girando y girando." El hijo de mi colega estaba gritando también. El salón estaba en silencio antes, pero ahora la gente había empezado a hablar. La atmósfera se llenó de vida y emoción. Shifu nos pidió que nos parásemos y que relajemos nuestros cuerpos. Mientras decía: "relájense", su mano rozó el aire de derecha a izquierda. Inmediatamente sentí un rayo intermitente a través del aire y sentí como si un golpe eléctrico pasara por todo mi cuerpo.

A las 7:00 p.m. de ese día, nos reunimos en el Club de los dormitorios de la tercera Planta de Tejidos de Algodón, un lugar, pequeño, sencillo y austero sin sillas ni escenario. En una habitación adyacente había personas bailando y cantando karaoke, y era ruidoso del otro lado del muro. A Shifu no le importó, y enseñó los ejercicios y el Fa. Era tan modesto y era tan sencillo acercarse a él. Nos sentamos en el piso y escuchamos a Shifu enseñando el Fa. Me sentí tan cómoda en mi corazón, y todas mis preocupaciones desaparecieron.

La tarde siguiente, con la ayuda de Shifu, nos trasladamos al salón relativamente formal de la Segunda Planta de Tejidos de Algodón, y Shifu nos enseñó el Fa. Había casi novecientas personas presentes.

(2) Shifu limpió nuestros cuerpos

Antes de aprender Falun Gong, había sido poseída por espíritus de animales. Cuando los maestros de qigong me veían, se inclinaban y me hacían reverencias, y algunos incluso se postraron ante mí y se arrodillaron. Por supuesto no entendía por qué en ese momento. Después de estudiar el Fa, entendí que no se atrevían a ofender a los espíritus de animales que había cultivado. Cuando Shifu habló del futi el tercer día, sentí muchísimo frío, y me puse un abrigo de piel prestado, y encima de eso otro abrigo. Y aún así tenía frío, y tosía y escupía una gran cantidad de flema. Cada vez que tosía, Shifu dejaba de dar la conferencia, me miraba hasta que terminase de toser, y luego continuaba. Shifu limpió mi cuerpo al mismo tiempo, había enfisema pulmonar hereditario en mi familia.

Cuando Shifu enseñó los ejercicios, me llamó a una habitación de descanso que había en el escenario. Me palmeó tres veces en la cabeza, tres veces en la parte de atrás de mi cuello, y tres veces en la espalda, y luego dijo: "¡Anda!" Me sentí muy cómoda y antes nunca me había sentido tan ligera y relajada. Después le pregunté a Shifu por qué esas cosas de animales entraron dentro mío. Shifu dijo que entendería después de escuchar las conferencias del Fa. También me dijo que mantuviera los ojos abiertos cuando practicase los ejercicios.

A una de mis colegas le habían extirpado tres tercios de su estómago. Ese día durante el almuerzo, comió un gran plato de fideos gruesos y duros, y no se dio cuenta de eso en ese momento. Pero cuando me vio en el salón, me dijo: "Me siento tan llena, y tan cómoda". Luego dijo con sorpresa: "¡Vaya! He comido muchísimo, y había fideos. No había comido tanto desde antes que me operaran". Hizo la señal de heshi y dijo alegremente: "¡Gracias! ¡Gracias! ¡Hua Tuo (un famoso sanador en la historia) ha regresado!" Después de esto, su rostro siempre brillaba lleno de salud.

Tengo otro colega que sufría de vasculitis, y los huesos de los dedos de sus pies estaban expuestos, con un líquido amarillo filtrándose por las heridas. Los médicos lo habían urgido para que se le amputen las piernas, y asistió a la clase como un último esfuerzo para salvar sus piernas. Habiendo asistido a la clase durante ocho días, sus piernas se curaron, y las heridas ya no filtraban fluidos o formaban cicatrices. Gradualmente, creció nueva carne. Antes sus zapatos estaban mojados por dentro, pero ahora estaban secos, y sus piernas no tenían heridas. Le decía a todos los que encontraba: "¡Shifu es verdaderamente extraordinario. Vayan y aprendan Falun Gong! Miren, ¡mis enfermedades se han curado!"

Una colega trajo a su hijo a la sesión grupal de fotos en el último día de la clase. Él se había caído desde el cuarto piso de un edificio cuando tenía seis años. Le habían operado el cerebro, pero aún tenía un aneurisma en el cerebro, y si explotaba podía quedarse paralítico por la presión de los nervios. Ella había gastado mucho dinero en los tratamientos. También había llevado a su hijo a las clases. Shifu vino a ver a este chico. Tocó la cabeza del muchacho suavemente, y el chico se puso bien. Ha tenido muy buena salud desde ese entonces.

Continúa...

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