[Minghui Net] Al oeste de la ciudad de Lanzhou (noroeste de China) las montañas son altas y los valles profundos. La comunicación y el transporte son difíciles. En los días de viento, arena y suciedad llenan el aire. En los días lluviosos, las carreteras son resbaladizas y están embarradas. Cuando llueve mucho, a veces hay inundaciones y desplazamientos de tierra.

Viven allí dos practicantes ancianas, ambas con más de 60 años. Desde agosto de 2004, con el fin de salvar gente, han caminado cada semana por los pueblos de la montaña para distribuir materiales de aclarar la verdad. Ni las vacaciones ni el mal tiempo les han impedido hacerlo. Si perdían una semana, a la semana siguiente entregaban dos veces los materiales en los pueblos.

Se dice que: "Es más fácil subir una montaña que bajarla". Les pregunté: "¿Alguna vez tienen miedo? ¿Qué pasa si se caen en la montaña? ¿Qué pasaría si un perro las persiguiera y las mordiera, o si se perdieran o si alguien las denunciara a la policía?" Ellas se reían y contestaban: "Con la protección de Shifu y las instrucciones del Fa, no tememos a nada ¡salvar a la gente es urgente!" También me contaron algunas historias conmovedoras que grabé y que me gustaría compartir con los compañeros practicantes.

Los pueblos en el noroeste de China están aislados, cada pueblo está bastante distante del siguiente. Es difícil caminar por las estrechas y sucias carreteras de las montañas, y es una misión muy exigente para las dos practicantes ancianas ir a los pueblos cada semana, y durante tanto tiempo. Algunas veces les duelen las piernas y pies, y se les hinchan por andar en estas condiciones. Entonces se dicen a ellas mismas: "piernas y pies, por favor ayudenme a hacerlo lo mejor posible. Estamos salvando gente, la cosa más sagrada". Después de eso, sus piernas y pies dejaban de doler.

Algunas veces se encontraban con personas que las atacaban e insultaban. Ellas entonces le decían en su corazón a Shifu: "Estas personas nos están insultando, dándonos su virtud, pero no queremos su virtud, queremos que entiendan la verdad y sean salvados. Esta es nuestra sincera esperanza". Después de estos pensamientos, el ambiente que las rodeaba cambió, y la gente dejó de insultarlas. Cuando las practicantes les dieron materiales informativos y les aclararon la verdad, fueron muy receptivos.

Un día lluvioso, después de que terminaron de distribuir los materiales, la carretera se inundó. No podían cruzar y estaban empapadas, hambrientas y tenían frío. Se estaba haciendo de noche. Justo entonces, pasó por allí un tractor. El conductor les gritó, "No se muevan. Volveré para llevarlas". Ellas se sintieron agradecidas y sabían que Shifu las había ayudado.

En otra ocasión, se llevaron a uno de sus nietos para ayudar a distribuir materiales. En el camino de vuelta se perdieron, y fueron en la dirección equivocada. Mientras estaban confundidas y sin saber qué camino tomar, apareció de la nada un pequeño niño que les dijo: "Abuelas, síganme". Fue la protección de Shifu lo que las sacó de este peligro. Debido a este incidente, encontraron un nuevo lugar para distribuir materiales.

Le hice una sugerencia a las dos practicantes: "Ambas son ancianas. La próxima vez, dejen que nuestros practicantes más jóvenes distribuyan materiales en esos pueblos". Ellas respondieron: "No podemos hacer eso. Nuestras vidas han sido dadas por Dafa. Validar el Fa en nuestra misión y responsabilidad". Aquellos aldeanos y campesinos eran muy pobres, y sus condiciones de vida muy difíciles. Las zonas rurales necesitan grandes cantidades de materiales de aclaración de la verdad. Cuando un pastor anciano vio nuestro material, se sentó inmediatamente en el suelo para leerlo. Estaba tan concentrado, que incluso olvidó cuidar de sus ovejas. En otra ocasión, un hombre que llevaba vegetales, tomó nuestros materiales que estaban puestos en un árbol. Colgó allí su cargamento y se quedó de pie leyéndolos. La semana pasada, después que terminamos de distribuir los materiales en un pueblo, y a punto de irnos, un tractor venía muy rápido detrás de nosotros para alcanzarnos. La suciedad de la carretera estaba revuelta y no podíamos ver con claridad quién era la persona, pensamos que podría ser un funcionario del PCCh. Inmediatamente nos quedamos junto a la carretera para enviar pensamientos rectos. Cuando el tractor se detuvo a nuestro lado, descubrimos que el conductor era un campesino. Nos miró y nos dijo: "Por favor, denme más de sus cosas buenas. No estábamos seguras de sus intenciones, así que le preguntamos qué eran las cosas buenas. El campesino dijo: "Leí los materiales que distribuyeron. Son muy buenos, pero sólo tengo unos pocos". Al escuchar esto le dimos más materiales. Una de nosotras le aclaró la verdad, mientras la otra enviaba pensamientos rectos. Poco después, hizo las tres declaraciones de renuncia al PCCh y a sus organizaciones afiliadas". Las practicantes ancianas añadieron: "Normalmente, cada semana todos nuestros materiales son recogidos por las personas. Los cuadros del PCCh de los pueblos, son normalmente corruptos y groseros. Aquellos campesinos viven una situación muy difícil. Están deseosos de saber la verdad".

Las dos ancianas practicantes no tienen muchos estudios y puede que no se expresen muy bien, pero hacen todo lo posible por distribuir materiales para salvar a la gente. Espero que más practicantes jóvenes tomen la responsabilidad de difundir la verdad en esas zonas remotas, ayudando a más gente a saber la verdad y ser salvada.

Después de oír los hechos de las ancianas practicantes, puedo ver mis fallos en el camino de cultivación. Puede que no consigan magníficos logros o no tengan palabras valerosas, pero lo que han estado haciendo humildemente como practicantes durante todos estos años es lo suficientemente grandioso como para ganarse nuestro respeto.


Fecha de edición: 31/5/2009
Fecha del artículo original: 29/5/2009
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2009/5/29/107809.html