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NUEVA YORK (Centro de Información de Falun Dafa) - Harry Wu, director del Centro de Información de China, ha hecho unas declaraciones en las que ataca y desacredita los informes de que los practicantes de Falun Gong son objeto de sustracción de órganos por las autoridades chinas. Él se ha dirigido a los medios de comunicación y a miembros del Congreso estadounidense para persuadirlos de que las alegaciones son fraudulentas e incluso ha acusado a los practicantes de Falun Gong de fabricar la historia, aunque los testigos iniciales y los investigadores de esta atrocidad no sean practicantes de Falun Gong.

La refutación detallada, punto-por-punto, de las aseveraciones de Harry Wu puede ser encontrada aquí: http://www.faluninfo.net/hwu-rebuttal.html.

El Centro de Información de Falun Dafa considera que este es el momento de responder a las acciones del Sr. Wu.

Reconocemos el trabajo que el Sr. Wu ha hecho durante años en la exposición de muchas de las atrocidades en China. Fue el mismo Sr. Wu quien hace años contribuyó decisivamente a desvelar la espantosa política de la RPC de sustraer órganos de internos del "corredor de la muerte". Desde luego, hasta pequeños ladrones pueden ser condenados a muerte en la RPC, ni mencionar los prisioneros políticos.

En 1999, el Partido Comunista Chino (PCCh) anunció su objetivo de "erradicar a Falun Gong a cualquier precio". Ahora, con el lucrativo negocio de la sustracción de órganos ya en marcha, las declaraciones de los testigos, que se verían estremecedoras bajo diferentes circunstancias, sólo confirmaron nuestros peores temores. Después de todo, el régimen chino considera a Falun Gong su enemigo nº 1, y los practicantes no son tratados como personas, pudiendo ser torturados y asesinados sin ninguna consecuencia. En los últimos años, decenas de miles de estos hombres y mujeres inocentes han sido encerrados en campos de trabajo, impidiéndoles cualquier contacto con el mundo exterior o simplemente haciéndoles desaparecer.

Considerando tal trasfondo, estas espantosas alegaciones - de la sustracción de órganos de personas cautivas y sanas que practican Falun Gong para un suministro fácilmente accesible - no sólo es creíble, sino que también describe un panorama que es altamente probable.

Nuestra reacción ante los relatos de los testigos fue pedir ayuda inmediatamente a las agencias de gobierno estadounidenses e internacionales y solicitar una investigación. Nos sorprendimos y desconcertamos al enterarnos de que el Sr. Wu se había encargado de escribir una carta secreta a ciertos miembros del Congreso menoscabando nuestros esfuerzos, antes de tener la posibilidad de hablar con nosotros o encontrarse con los testigos. Si el Sr. Wu sintió realmente que esto fue "una gran expresión de simpatía y apoyo para evitar que [los de Falun Gong] se pierdan demasiado lejos de los hechos" como él afirma, ¿por qué intentó ocultarnos la carta?

De hecho, parece que el Sr. Wu ya intentó refutar las alegaciones antes de que él entendiera totalmente la situación. El 21 de marzo de 2006, en su carta a los miembros del Congreso declaró que las noticias del campo de concentración en Sujiatun fueron fabricadas, y que su postura se basaba en "investigaciones de primera mano". No obstante, en una declaración posterior, dijo que su "equipo" no investigó el hospital de Sujiatun hasta el 27 de marzo. Los testigos percibieron la disposición hostil del Sr. Wu y rechazaron encontrarse con él en tales circunstancias. Sólo podemos especular que las acciones del Sr. Wu fueron impulsadas por una sensación de que otros se habían inmiscuido en su "terreno profesional", cuando The Epoch Times publicó la historia sin su conocimiento.

Debe observarse que donde el Sr. Wu no logró encontrar evidencias, otros las encontraron en abundancia. Los más notables son los investigadores independientes David Matas, un abogado internacional de derechos humanos, y David Kilgour, ex Secretario de Estado canadiense para Asia y el Pacífico. En su informe de 140 páginas (http://investigation.go.saveinter.net), ellos declaran:

Creemos que ha habido y continúa ocurriendo hasta hoy una sustracción de órganos no voluntaria de practicantes de Falun Gong a gran escala. Nuestra conclusión no procede de un único elemento de evidencia, sino más bien de la reunión de todas las pruebas que hemos considerado. Cada parte de las evidencias que hemos considerado es en si misma comprobable y, en la mayoría de los casos, indiscutible. Reunidas, dibujan un cuadro condenatorio completo. Es su combinación lo que nos ha convencido.

En cuanto al hecho de que periodistas y diplomáticos visitaron Sujiatun semanas después de la aparición de los informes iniciales y no encontraron ninguna evidencia de que el sitio hubiera sido usado para la sustracción de órganos de practicantes de Falun Gong, Matas y Kilgour consideran insignificantes las conclusiones de tales "visitas guiadas": "Nosotros no esperábamos que estas visitas encontraran nada... Una operación no deja ningún rastro en una sala de operaciones después de completada. Los quirófanos se limpian, esterilizan y desinfectan después de todas y cada una de las operaciones". En cambio, Matas y Kilgour destacaron una serie de entrevistas telefónicas con el personal médico de hospitales pertenecientes a 10 provincias en China. Durante las entrevistas, estos empleados admiten abiertamente que los órganos usados en las operaciones de trasplante en sus hospitales provienen de practicantes de Falun Gong.

Con el debido respeto a los numerosos logros del Sr. Wu y los tiempos difíciles que pasó mientras estuvo encarcelado en el laogai hace 20 años, las cosas se han desarrollado muchas veces de forma aterradora desde entonces. Él da por sentado que muchas cosas no son factibles o son falsas solamente porque, quizás, él mismo no las experimentó hace décadas.

De muchas maneras, el funcionamiento del sistema de campos de trabajo forzado se ha vuelto más encubierto en estos últimos años. ¿Como podría el Sr. Wu saber qué nuevo método de tortura es promovido hoy entre los guardias de la prisión? Cientos de miles, si no millones de practicantes de Falun Gong en China viven esta realidad hoy y cada día. Ellos son, tristemente, los verdaderos expertos.

El Sr. Wu dice que no hay ningunas instalaciones que puedan albergar a 1,000 prisioneros o detenidos, ya sea en Sujiatun o en sus alrededores. China es un lugar muy grande. Si las autoridades quieren impedir que más de 1,000 personas sean vistas por investigadores externos, pueden hacerlo. A estas alturas, el Sr. Wu debería estar informado sobre la extensa red de túneles ocultos y miles de acres de instalaciones subterraneas en Shenyang. Incluso los medios de comunicación estatales chinos han informado ampliamente sobre ello.

En otro punto, el Sr. Wu encuentra que la idea de 4,500 extracciones de órganos a personas vivas realizadas durante más de tres años es "imposible en teoría e irrealizable en la práctica". Considerando el hecho de que estas víctimas de todos modos deben ser posteriormente incineradas, profesionales de la medicina han dicho que ahora es posible extraer órganos lo suficientemente rápido (en unos 20 minutos) para alcanzar esta cifra.

A lo largo de su carrera, el Sr. Wu ha expuesto cómo el régimen chino incumple las reglas o leyes en el trato a los prisioneros de los campos de trabajo. Es, por lo tanto, sorprendente ver ahora al Sr. Wu dando por sentado que el sistema penal chino, incluyendo hospitales estrechamente ligados a campos de trabajo, sigue estrictamente las reglas del "trasplante de órganos" cuando trata con detenidos de Falun Gong.

No podemos culpar al Sr. Wu por no saber lo que está sucediendo. Sin embargo, le podemos reprochar ser mal intencionado y persistir en sus ataques a pesar de la creciente evidencia de que él ya no es la autoridad principal sobre este tema en particular. Debido a sus tentativas para desacreditar los informes de los testigos, algunos miembros del Congreso han decidido ignorar esta seria cuestión, cuando en realidad podrían ayudar a exponer los crímenes del PCCh y presionar verdaderamente al régimen para acabar con tales atrocidades. Entonces, ¿a que intereses está realmente sirviendo el Sr. Wu con su campaña? Tan sólo a los suyos, y quizás los de Beijing. No los intereses de los Estados Unidos y de ninguna manera los de la gente china.

Si la sustracción de órganos en gran escala a las víctimas vivas de Falun Gong fuera revelada totalmente, esto podría estremecer profundamente nuestra humanidad. Que los seres humanos puedan retener a otros en campos, como si fueran ganado, hasta que sea el momento de matarlos y luego vender sus órganos para lucrar, es una forma horrible de genocidio. ¿Qué dan a entender los funcionarios del gobierno y los medios de comunicación al dar la espalda a una cuestión humanitaria de esta magnitud, basándose simplemente en los comentarios completamente infundados de una persona, Harry Wu? Las implicaciones son tremendas, repercutiendo sobre China, y sobre cada uno de nosotros en la comunidad internacional.

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NOTICIAS - 15 de agosto de 2006
Centro Informativo Falun Dafa, www.faluninfo.net/sp/


Fecha de edición: 20/8/2006
Fecha del artículo original: 15/8/2006
Versión en inglés: http://www.faluninfo.net/displayAnArticle.asp?ID=9452

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