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Recuerdos eternos de las conferencias del Maestro en Chengdu

Jun. 4, 2006 |   Por un Dafa dizi en Sichuan

[Minghui Net] Varios practicantes han escrito artículos recordando las conferencias de Falun Gong que el Maestro impartió en la ciudad de Chengdu, provincia de Sichuan. Aquí me gustaría hablar sobre lo que vi personalmente para que sirva de suplemento.

El 29 de mayo de 1994, acudimos a Niuwangmiao en la ciudad de Chengdu. Mientras estábamos en la calle Zidongzheng escuchamos que el Maestro estaba impartiendo una conferencia en Chengdu. En ese momento todos sabíamos que ese Maestro estaba enseñando qigong y no teníamos ni idea de que Él estaba enseñando FOFA. Normalmente yo estaba muy ocupado y atado a obligaciones todo el año. Simplemente sucedió que entonces tenía algo de tiempo libre. Por eso fui afortunado de poder asistir al seminario de nueve días en el que el Maestro expuso personalmente el Fa. Ciertamente yo estaba predestinado.

En la segunda conferencia, vi el cuerpo del Maestro emitiendo un resplandor aproximadamente a tres metros de diámetro. En el medio se hallaba un material de muy alta energía transparente. Fuera de este había un círculo de luz parecido a un arco iris. Más afuera había un resplandor con gran colorido. Era extremadamente puro y bello. A cada lado del Maestro vi cuatro o cinco seres iluminados sentados. De pie cerca de ellos había un ser iluminado alto, uno a cada lado, con una fila de figuras iluminadas en forma de luz dorada detrás de él. Delante del Maestro había cuatro seres pequeños sentados con sus gorros.

Una practicante de unos 30 años estaba sentada delante de mí. Ella tenía un círculo de luz roja de aproximadamente un metro y medio de diámetro alrededor de su cabeza. Había un resplandor rojizo alrededor del borde, al igual que el que las grandes pusa muestran en las ilustraciones. La única diferencia era que en las ilustraciones el resplandor era azulado o blanquecino pero el resplandor en esta practicante era rojizo. Su hija sentada cerca de ella a la derecha se quedó mirándome. Le pregunté: "¿Qué estás mirando?". Ella dijo, "tengo un ojo aquí", señalando un punto ligeramente por encima del punto medio entre sus ojos.

El Maestro vivía con mucha sencillez. Una mañana vi al Maestro caminando hacia la conferencia mientras comía un pan cocido al vapor. Él vestía bastante simple, con una camisa blanca y pantalones azules, ambos moderadamente nuevos.

Una tarde el Maestro llegó un poco temprano. Fue a la casa donde vivía un practicante veterano. Yo también vivía allí. Vi al Maestro llegando mientras estaba en el vestíbulo, e hice el gesto "heshi" hacia el Maestro. Sabiendo que el Maestro estaba allí, otros practicantes se apresuraron a lavar algunos melocotones y servírselos al Maestro en un tazón. El Maestro comió uno, agarró, y tocó el resto y los volvió a poner en el tazón. No quería molestar al Maestro por eso no entré mientras estaba allí pero fui después. Los practicantes veteranos dijeron: "El Maestro comió uno. Todos estos han sido tocados por el Maestro. Han sido bendecidos". Yo dije: "Estos son la fruta de Fo. Cómanlos y conseguirán la posición de fo". Así que todos nosotros compartimos los melocotones y los cominos.

Un domingo estábamos preparados para ir al Templo Baoguang. Entonces escuchamos que el Maestro también iría. Por lo que decidimos ir por la tarde para no molestar al Maestro. Algunos practicantes nos dijeron que el resplandor fo del Maestro era especialmente fuerte y bonito ese día. Varios centenares de luohan (en otra dimensión) le dieron la bienvenida al Maestro con señales de mano. Él permaneció en un sitio determinado en el templo mucho tiempo. Según los practicantes con el ojo celestial abierto, era porque un fo estaba hablando con Él. El Maestro dijo a los practicantes algo como: "Ustedes se han beneficiado mucho viniendo hoy conmigo". Uno de los practicantes tenía qi negro en su parte de atrás por la mañana cuando partió, pero eso se había ido cuando regresó. Él incluso sintió como si una luz estuviese iluminándole. Ciertamente se benefició. Cuando fuimos al Templo Baoguang por la tarde, sentimos que era algo diferente al de antes. Estaba más tranquilo y puro.

El Maestro dijo en «Zhuan Falun»:

"Ayer quité las cosas malas de vuestros cuerpos, y la mayoría se sintió liviana y muy cómoda. No obstante, hay un principio en este universo nuestro: sin pérdida no hay ganancia, así que no podemos quitarte todo lo malo. Absolutamente no está permitido que no padezcas ningún sufrimiento. Esto significa que aunque ya eliminamos las causas fundamentales de tus enfermedades y de tu mala salud, aún mantienes un campo de enfermedad. Una persona con el tianmu abierto en un nivel muy bajo puede ver en tu cuerpo masas de qi negro y qi patogénico turbio, lo cual es una masa concentrada de qi negro de gran densidad que una vez que se dispersa llena todo tu cuerpo."

Ciertamente ese era el caso. Cuando el Maestro estaba ajustando mi cuerpo, vi que una masa tras otra de qi negro emanaba de mis órganos internos. Simplemente había demasiado. Cuando el Maestro ajustó mi cerebro, me dolía mi cabeza y vi que había una gran rueda girando rápidamente dentro y alrededor de mi cabeza. Yo podía incluso escuchar el sonido giratorio. Esa noche vi una masa de materia blanca del tamaño de un tazón en lo alto de mi cabeza. Esto irradiaba una luz blanca, la cual abarcaba mi cuerpo entero y me daba una buena sensación.

Al final del noveno día de conferencia en Chengdu, el Maestro realizo una serie de dashouyin (una forma de grandes señales de mano). Después, el Maestro estuvo de pie frente al estrado y dijo a los practicantes que lo habían acompañado: "Si lo comprenden lo comprenden". (Refiriéndose al dashouyin) Lamentablemente yo no lo comprendí. El Maestro estaba para salir y los practicantes estaban poco dispuestos a verle marchar. Las lágrimas cayeron de los ojos de algunos. Lo que el Maestro nos enseñó es verdaderamente tan grande. Verdaderamente tocó nuestros corazones. La benevolencia, apacibilidad y paciencia del Maestro enseñando permanecería en nuestra memoria por siempre. No podemos expresar con ninguna palabra el aprecio y gratitud que teníamos hacia el Maestro. Todo lo que podíamos hacer era seguir aplaudiendo. Intentamos expresar nuestro más profundo y sincero agradecimiento al Maestro con una oleada de aplausos seguidos de otros. Entonces el Maestro levantó su mano derecha y dibujó tres círculos seguidos con la mano izquierda y empujó tres veces consecutivas hacia los practicantes con sus manos. Vi una masa de luz dorada de unas tres pulgadas de diámetro emitidas de la palma del Maestro. Los aplausos estallaron de nuevo y no pararon.

El nivel de mi ojo celestial era más bien bajo. Eso fue todo lo que vi. Estoy seguro que habían muchas más cosas maravillosas que no vi.

(Versión en chino: http://www.minghui.ca/mh/articles/2006/4/6/124575.html)
(Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2006/5/5/72865.html)

Fecha de edición: 4/6/2006Fecha del artículo original: 6/4/2006