[Minghui Net] En noviembre 2001, fui a la Plaza Tiananmen para validar el Fa, pero fui arrestado y detenido en la Estación de Custodia Xicheng en Beijing. Algo como otros 20 practicantes determinados de Falun Dafa y yo (todos como de 30 años de edad) rehusamos decir nuestros nombres y nos dimos en huelga de hambre para protestar por la ilegal detención. Durante ese tiempo, el personal de la Estación de Custodia tomó a la fuerza sangre de los practicantes para pruebas y análisis. La doctora de la prisión me elogió unas pocas veces. Ella decía, "El número 322 es el de mejor salud. Entre todos ustedes tu psiquis es la mejor. Ustedes han soportado tanto, pero tú aún sigues saludable".

Estuve en los 32 años de edad para ese tiempo y pesaba como 130 kilos. Yo pertenecí al estándar de tipo de buena salud. Los guardias de la prisión y el doctor nos amenazaban diciendo, "Si insisten en no decir vuestros nombres y no comen, serán enviados al lejano noreste donde los presos están en fila de detención a morir, a cultivar árboles, y hacer el mantenimiento de los bosques. Nadie sabrá a dónde fueron."

Cuando habíamos estado en huelga de hambre por más de 30 días, la Estación de Custodia Xicheng se deshizo secretamente de algunos de nuestros practicantes, uno después del otro. Cuatro practicantes y yo fuimos enviados al Centro de Estudios del Sistema Legal Tuanhe, donde quienes fueron sentenciados fuertemente estuvieron detenidos para el lavado mental. En el Centro Tuanhe fuimos por 20 días torturados inhumanamente, mental y físicamente. Debido a que fuimos detenidos por nuestra creencia determinada en Dafa, tuvieron que al final rendirse de tratar de "reformarnos".

Eso fue dos días antes del Año Nuevo Chino. El director de la Estación de Custodia Xicheng, cuyo nombre era Zhang, oficiales de la 610 que estuvieron estacionados en Tuanhe, y el personal de Clases de Lavado Mental Tuanhe nos dijeron que antes del Año Nuevo Chino, la Estación de Custodia de Beijing habría de despachar un gran número de practicantes de Falun Gong. No estuvo claro a dónde estos practicantes que llegaron a Beijing serían enviados, pero si les decía mi nombre, entonces yo podría ser enviado a casa con esa gente.

Para ese tiempo yo había estado en huelga de hambre por más de 70 días. Estuve muy débil y mi cara se me había desfigurado. Difícilmente era capaz de cerrar mis mandíbulas. Haber atravesado tal infernal sufrimiento y estar en tal pobre condición de salud, pensé que ellos no se atreverían a aceptarme. Yo negocié con la Estación de Custodia y por lo menos les dije mi nombre y les pedí enviarme a casa. Simplemente pensé que podía "tratar mi suerte". Ellos accedieron. Pero en vez de enviarme a casa, ellos me enviaron de regreso a la Estación de Custodia. De esto, ¡uno puede ver sus propósitos!

El personal de la Estación de Custodia Xicheng me prometió, "Mientras comas por una semana, te dejaremos ir a casa". Lo rechacé. "Ustedes me engañaron ya una vez. ¿Debo seguir siendo engañado por ustedes?

Para este tiempo la Estación de Custodia había detenido a otro grupo de practicantes de Falun Dafa que habían ido a Beijing para apelar, no les decían sus nombres, y se dieron en huelga de hambre. Todos ellos estuvieron en los 20 a 30 años. El personal de la Estación de Custodia diariamente les forzaba a comer y les amenazaba rudamente. Les extrajeron sangre para pruebas y análisis y también colectaban la orina de ellos para ser investigada. Hubo una médica de cerca de los 50 años de edad quien dijo, "Nosotros les alimentamos bien a ustedes y no les dejamos con hambre. Deseamos que estén en buena salud". Ellos no nos dejaron libres, pero estuvieron muy interesados acerca de nuestra salud.

Una vez que el doctor decía que había que hacer la prueba de orina; si no deseábamos hacerlo, ellos nos forzarían hacerlo. Ciertamente que no deseo que gane la maldad, por tanto puse un pedazo de azúcar en mi orina. (Debido a que era el Año Nuevo Chino, un preso de mi celda me había dado un confite). También me corté el dedo y puse una gota de sangre en mi orina. Pueden imaginarse cómo habrá sido el ejemplo de mi sangre, pero aún así ellos o me dejaron salir. Varias veces me enviaron al Hospital de Seguridad Pública para perseguirme.

Cada vez que era enviado al Hospital de Seguridad Pública, me ponían en la cama, en vez de ponerme en un catre; me daban costosas gotas intravenosas, y me examinaban con instrumentos de alta técnica. Con la actitud de gran dolor, hice lo mejor para usar otras partes de mi cuerpo para sacar el catre. Estuve detenido no para cooperar con ellos cuando ellos me dieron el tal llamado tratamiento médico.

Para restaurar mi salud a la condición que ellos deseaban, los doctores en la Estación de Custodia y en el Hospital de Seguridad Público, incluso trataron de hacerme una operación en mi cuello para insertarme un tubo arreglado de infusión (desconozco el termino médico de este tubo) en tal forma que ellos puedan inducir drogas líquidas en mi cuerpo a cualquier tiempo. Bajo mis fuertes protestas, ellos tuvieron que rendirse porque tenían miedo de que yo luchara mientras me hicieran la operación, lo cual inadvertidamente hiciera que dañara la aorta. (El doctor dijo que el lugar donde ellos debían operar era muy cerca de la aorta) Debido a que estuve en huelga de hambre por largo tiempo y no tomaba agua para nada, no podía caminar y tuve una adherencia irritada al conducto y un coágulo de sangre. Cada vez que el doctor me daba inyecciones, la sangre no regresaba a la aguja. Bajo tales circunstancias, aún así ellos no me dejaban libre. Ellos más bien me enviaron al Campo de Trabajos Forzados Tuanhe en Beijing. Pero el Campo de Trabajos Tuanhe rechazó aceptarme después que supieron que yo me había dado en huelga de hambre por 90 días.

Entonces ellos me enviaron de emergencia al Centro de la Cruz Roja para que sacaran mi sangre para prueba. Ellos también hicieron una cauterización de la uretra. Ellos no pudieron extraer sangre de mi brazo y me sacaron sangre de una arteria principal de mi pierna. Ellos sólo podían sacar media jeringa de sangre. La orina tenía sangre por la cauterización. El doctor de la Cruz Roja dijo, "Su riñón no está funcionando y sus órganos internos no trabajan apropiadamente. Si ella no muere, ella quedará deshabilitada". Pero aún así ellos no se rendían. Me enviaron al Hospital de Seguridad Público para tener un examen general, pero los resultados fueron los mismos.
No tuvieron otra opción que la de rendirse conmigo. Una vez les pregunté por qué no me ponían en libertad. Zhang, el director de la Estación de Custodia Xicheng, dijo, "Mis superiores saben ya de tu caso y no podemos dejarte en libertad". ¿Mi caso? ¿Qué caso? ¿Quiénes eran los "superiores" de Zhang? Recientemente fue expuesto el conocimiento de que órganos vivos habían sido extraídos de practicantes de Falun Gong en campos de concentración en China continental. Me acordé de eso, aunque ellos me torturaban brutalmente, ellos estaban muy interesados acerca de mi salud. Ahora comprendo que no hay nada que el Régimen Comunista no se atreva hacer. Gente de corazón bondadoso difícilmente puede creerlo. Eso sólo se debió a que oficiales en la Estación de Custodia deseaban extraer mis órganos por lo que hicieron esfuerzos cruciales para tratarme "bien".

Rechacé cooperar con ellos completamente. Resistí la alimentación forzada, infusiones de drogas, y pruebas de sangre y orina. De esta forma cerradamente escapé de ser asesinada en el campo de concentración, y hoy tengo la oportunidad de revelar historias internas de extracción de órganos vivos de practicantes de Falun Gong por el régimen Comunista Chino. La Estación de Custodia es una buena base para suplir órganos que son compatibles. Los procedimientos que ellos usan para examinar a los practicantes, como el de sacar sangre, examinar la orina, y examinaciones físicas, todo es parte del proceso necesario para buscar órganos compatibles. Por eso practicantes fuertes y saludables son los que se convierten en su blanco.

Recientemente un veterano doctor militar reveló algunas de las más estremecedoras noticias. Los hospitales militares admiten francamente que ellos han extraído órganos de practicantes vivos. Él dijo que los militares hacen lavados mentales a nuevos soldados requiriéndoles mirar vídeos que difaman a Falun Gong e incitan el odio hacia Falun Gong. Varios años atrás el régimen del PCCh dio órdenes que quienes deseen juntarse a la armada no tengan familiares que practiquen Falun Gong. El régimen Comunista Chino sabe que la gente que comprende la verdad no seguirá de corazón al régimen y no permitirán ser usados. La gente local no sabe que este hombre era un practicante, pero lo supo su hijo. Él fue castigado físicamente porque una vez él se rechazó a ser lavada su mente. La armada detuvo a su hijo entre un gran número de practicantes. Ellos fueron colgados de sus manos desde techos de garajes. Los soldados que fueron enviados a detener a practicantes todos habían sido lavados la mente y desconocían la verdad. Cuando estuvieron transfiriendo a los practicantes, hubo muchos carros militares y carros de oficiales militares les seguían a ellos.

Aquí apelo por esos del personal militar y a la gente que sabe de historias internas para que por favor den un paso adelante y, expongan los monstruosos crímenes de extracción de órganos de practicantes de Falun Gong cometidos por el régimen Comunista Chino. ¡Permitan que la Nación China se deshaga del espectro de la perversidad del Comunismo Chino!

Fecha de edición: 14/5/2006
Fecha original del artículo: 14/5/2006
Traducido: 10/5/2006
Versión disponible en Chino: http://www.minghui.org/mh/articles/2006/5/8/127167.html

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