Compartido en el Fahui Internacional en Tucumán, Argentina 2005

Por una practicante argentina de Falun Dafa

¡Heshi Shifu!

¡Hola a todos!

Quiero compartir mi experiencia en Dafa con todos ustedes.
Mi vida familiar se modificó totalmente. Yo era una persona dependiente, llena e miedos, intolerante, era una persona muy insegura. Mi cuerpo experimentó cambios notables también. Sufría siempre de cólicos renales, cálculos, calambres diarios en las piernas y mis dolores de cabeza eran cada vez más fuertes.

A la semana de haber empezado la práctica noté los cambios, no quería faltar ni un día al sitio de práctica. Yo todavía no sabía enviar pensamientos rectos pero un practicante que sabía que yo atravesaba momentos difíciles me dijo, “repite mentalmente ‘Falun Dafa es bueno’ te va ayudar mucho.”

Empecé a viajar por la ruta sola par poder cumplir con mis compromisos, sin estar pidiendo ayuda o compañía como lo hacía antes, siempre que me acordaba repetía esta frase y notaba como mi mente y mi corazón iban tranquilizándose. En estos viajes me pasaban cosas increíbles. La distancia que recorría era de 54 Km., yo salía a las 18 hs. por ejemplo y viajaba normalmente, el tiempo pasaba para mi como de costumbre, pero llegaba al lugar y miraba la hora y solo habían pasado 20 minutos (el viaje es de aproximadamente 50 minutos); ¡No lo podía creer! O por ejemplo llegar sin gasolina y querer cargar el tanque para regresar, y llegar a la estación de servicio para darme cuenta de que el tanque tenía gasolina hasta la mitad.

Empecé a sentir que Dafa estaba presente en toda mi vida. Creo que Dafa no tiene límites y que muchas cosas dependen de nuestro corazón. A veces mis hijos me acompañan en las actividades de validación del Fa y en las prácticas, o están presentes en casa cuando pasamos los videos del Maestro. Empecé a notar que después de un Hongfa al que me había acompañado Tomás de 7 años de edad, y en el que él perseguía a la gente para entregarles folletos, empezó con vómitos. Duró un día la primera vez y en el acto supe que era una limpieza. Él siempre está atento a todas las actividades de Dafa, habla del de (virtud, una materia blanca), tiene en cuenta su xinxing (carácter moral) y también nos observa a los dizi mayores.

La última vez que proyectamos los videos en casa, vimos dos videos juntos. Al día siguiente, mis otros hijos, Raúl y Milagros, de 3 y 5 años de edad respectivamente, tuvieron vómitos y fiebre, al principio me afligí, pero luego tomé en cuenta las conferencias del Maestro y me di cuenta de que se trataba. Ellos comieron como si nada pasara, y todo el asunto duró un día y medio. Tuve el entendimiento de que a ellos también debía tratarlos como practicantes , y que dependía de mi guiarlos en este camino.

Ellos solían ser muy alérgicos, los picaba un mosquito y se hinchaban y les brotaba todo; ahora no les quedan ni las marcas de la picaduras. Siempre hablan y preguntan por el Maestro Li. Shifu está presente en nuestras vidas. Cuando hacemos la rueda para estudiar el Fa, Raulito que todavía no aprendió a leer pide que repitan el Fa en voz alta. Sabrina de 11 años de edad, asumió una responsabilidad con Dafa como si fuera una dizi adulta. En casa somos una comunidad de Dafa dizi: Pedro y Nora, Sabrina, mis cuatro hijos, casi siempre estamos juntos.

En enero nos fuimos a la ciudad de Catamarca para difundir el Fa. Enseñábamos los ejercicios a un grupo de gente. Una tarde, después de la práctica a Raulito, lo encontré en posición de loto intentando hacer el ejercicio 5, y cuando extendía su mano en uno de los movimiento me decía: “Así mamá,” como entregando un folleto. La validación del Fa está presente en ellos también.

“Entrégale un folleto mamá,” me dijo el otro día cuando me paré hablar con una maestra suya. En el baúl de mi auto tenía un montón de gacetillas y Tomás que guarda allí su mochila, cuando lo busqué del colegio me dijo: “Mamá ¿cuándo vamos a ir a entregar estos folletos?”

Siempre pienso que las pruebas más fuertes me fueron puestas con mis hijos. Una vez leyendo una conferencia del Maestro tuve el entendimiento que depende de nuestro corazón considerarlos o no a ellos practicantes; tenemos la responsabilidad de formarlos como tales porque yo creo que ellos han venido a nuestro hogares para obtener Dafa y eso es, de ahora en adelante lo mejor que puedo darles.

A todos quiero decirles: ¡Falun Dafa Hao!

Gracias.

Fecha de edición: 18/05/2005
Fecha del artículo original: 15/05/2005
Categoría: Experiencias de Cultivación


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