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Joven practicante: Fui a la Plaza Tiananmen y grité fuerte para que todos escucharan “Falun Dafa es bueno”

Abr. 20, 2005

La historia de cultivación del joven practicante Xu

(Sabiduriapura.org) Tengo 13 años de edad y he estado practicando Falun Gong desde hace seis años. Mi mamá, mi abuela, mi tío y su esposa, y yo empezamos a practicar Falun Gong juntos. Toda nuestra familia estaba muy armoniosa. Casi siempre íbamos los fines de semana a difundir Falun Gong y a demostrar los ejercicios. Aunque otros niños estaban curiosos y se reunían a mi lado para ver, no tenía nada de vergüenza.

El 20 de julio de 1999, cuando la represión a Falun Dafa empezó, algunos compañeros practicantes fueron al gobierno local para apelar, y otros fueron a Beijing. Todos fueron arrestados uno tras otro, y yo me preguntaba, que podía yo hacer también. En el camino de ida y vuelta de la escuela, siempre que tenía una oportunidad, diría en voz alta a los que pasaban, “¡Falun Dafa es bueno!” Algunas personas apartaban la mirada, pero otros sonreían y asentían con sus cabezas.

Durante ese tiempo, siempre llevaba conmigo un profundo deseo de ir Beijing para validar Falun Dafa allí. Quería ir a la Plaza Tiananmen y decir en voz alta, donde todos pudieran escucharme, “¡Falun Dafa es bueno!” Mi mamá me apoyaba en secreto. Cuando me anoté en un campamento de verano en Beijing, una oportunidad apareció. Mi papá, quien no practica Falun Gong, me dijo que él había invertido este dinero para darme ánimos para que de ahora en adelante estudiara con más esfuerzo, pero en mi corazón yo sabía que esta era en realidad una oportunidad que el Maestro arregló para mi.

En Beijing, durante el izamiento de la bandera en la Plaza Tiananmen, grité para que todos escucharan, “¡Falun Dafa es bueno!” Después de la ceremonia, pensé que más gente debería saberlo, así que me di vuelta y corrí hacia la gente caminando en la plaza, gritando, “¡Falun Dafa es bueno!” Después de un rato, el coordinador del grupo descubrió que yo no estaba con ellos y no podían encontrarme. Me escoltó hasta el grupo cuando me encontró, pero no guardé ningún rencor hacia él por eso. A partir de ese momento, mandó que estudiantes mayores estuvieran conmigo todo el tiempo. ¿Qué podía hacer ahora? Decidí buscar la forma de desplegar las palabras, “¡Falun Dafa es bueno!” en todos los lugares que visitábamos, incluyendo museos, la Gran Muralla, el Monumento Milenio de China, etc. Quería que tanta gente de buen corazón como sea posible, viera el mensaje.

A mi regreso, les conté a mis compañeros la verdad de los hechos sobre Falun Dafa. Muchos de ellos me creyeron, pero otros todavía tenían preguntas. Llevé a esos amigos a mi casa para que mi mamá les explicara todo, hasta que finalmente entendieron.

A todos mis compañeros les gusta jugar conmigo, y mis maestros dicen que soy una persona bondadosa con altos estándares morales. Yo sé que es así porque soy un practicante de Falun Dafa. Un día después de clase estaba lloviendo, el foco del cobertizo para las bicicletas estaba quemado. Muchos estudiantes estaban buscando sus bicicletas en la oscuridad, y era un desastre. Encendí la luz de mi bicicleta para que todos pudieran ver. Uno tras otro encontró su bicicleta y se fue. En el momento en que finalmente le saqué el candado a mi bici, la batería de las luces se gastó, así que tuve que ir a casa muy despacio en la oscuridad, y cuando llegué ya era muy tarde. Normalmente, si veo una piedra en el camino,me detendré y la moveré. Algunos de mis compañeros no me entienden y dicen cosas que no son muy agradables. Aún así, todavía hago las cosas de acuerdo a Falun Dafa, y trato de considerar a otros primero.

Un día de invierno, mi maestro me pidió que llenara la solicitud para la Liga Juvenil Comunista, sabía que era hora de que yo tomara una decisión. Cuando llegué a casa, mi papá me dijo que si no llenaba la solicitud, no me dejaría entrar en la casa. Hacía mucho frío afuera, especialmente porque yo estaba parado en un piso de cemento frío, y descalzo. Parado fuera de casa, me decía a mi mismo, “Soy un practicante de Falun Dafa. Creer en Verdad-Benevolencia-Tolerancia es correcto.” Cuando mi mamá me encontró, me dijo, “¡Eres un buen niño!” y sonreímos los dos.

Después de la tal llamada “auto-inmolación de Tiananmen” ocurrió una desgracia, la escuela forzó a los estudiantes a firmar declaraciones condenando a Falun Gong. Al mismo tiempo, mi mamá y otros practicantes estaban realizando una huelga de hambre para protestar por el encarcelamiento ilegal en el centro de detención donde estaban detenidos. No sabía qué podía hacer. Cuando llegó el día en que nosotros teníamos que firmar, tanto los de la escuela elemental como la media, teníamos que esperar afuera bajo un sol ardiente. Todas las clases se interrumpieron durante la recolección de firmas. Yo ya había hablado con varios compañeros, y quedamos de acuerdo en que no firmaríamos. Cuando llegó nuestro turno de firmar, hubo una interrupción y nos separaron. Yo sabía que el Maestro me estaba cuidando y dejando que me cultivara puramente.

Después que volví a casa, mi papá me dijo que íbamos a visitar a mamá al centro de detención. También me pidió que le rogara a mamá que dejara de hacer la huelga de hambre de todas las formas posibles, que incluso le suplicara. Cuando llegamos al centro de detención, no hice lo que mi papá me pidió porque sabía que perseguir a Falun Dafa y sus practicantes era perverso. Le dije a mi mamá que aguante hasta el final y que nosotros nunca renunciaríamos a la cultivación mientras tengamos vida. Mi papá me empujó y me golpeó la cabeza, pero no pudo cambiar lo que yo necesitaba decirle a mi mamá.

No hace mucho tiempo atrás, justo después de que algunos practicantes fueron arrestados, mi papá se puso tan nervioso que no dejaría que mi mamá saliera, así que otro compañero practicante joven y yo salimos a repartir volantes. Fuimos con dos bolsas llenas y dejamos volantes en las tiendas, autos, mostradores, en restaurantes, y en todos los lugares que encontrábamos así que terminamos rápido. Espero que la gente los vea y sean salvados. Siempre me recuerdo a mi mismo que soy un practicante de Falun Dafa.

En mi clase todavía hay algunos estudiantes que están envenenados por las mentiras. Continuaré clarificando la verdad sobre Falun Dafa para que más gente buena sea salvada.

Fecha de edición: 20/04/2005
Fecha del artículo original: 17/04/2005
Categoría: Experiencias de Cultivación
Traducido el 07/04/2005
Versión en chino disponible en http://minghui.org/mh/articles/2005/3/28/98308.html
Versión en inglés disponible en http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/4/18/59754.html