(Sabiduriapura.org) La practicante de Falun Dafa Sra. Ding Yan (torturada a muerte en la noche del 18 de agosto 2001 en la Prisión Chengde) fue transferida en el verano del 2000, de la prisión Chengde a la Prisión Taihang en el condado Mancheng, ciudad Baoding, provincia Hebei. Debido a que ella creyó ser inocente, rechazó hacer las labores forzadas de campo, tampoco aceptó órdenes de la policía en la prisión. Como resultado, ella fue objeto de una cruel persecución.

Al comienzo, ellos encerraron a la Sra. Ding en una celda aislada con cuatro criminales presos. Un día, los cuatro detenidos le llevaron a la fuerza escaleras abajo para contestar una llamada telefónica. Frente a varios cientos de presos, la Sra. Ding clarificó la verdad acerca de Falun Gong. Ella dijo que Falun Gong y practicantes eran injustamente acusados.

En los siguientes tres meses, oficiales de policía y ocho prisioneros se turnaban para atormentarla. Cada mañana a las 6:00 a.m., cuatro presos le halaban de su cabello, apretándole las manos la arrastraban escaleras abajo con su cabeza hacia el piso. Su cuerpo caía pesadamente en cada escalera. Su ropa y zapatos eran destrozados, y tenía hematomas sobre todo su cuerpo. Ellos la arrastraban dentro de un grupo de presos, bajo órdenes dada por policías en línea a los costados, varios de ellos le pegaban violentamente.

Luego, la Sra. Ding fue forzada a mantenerse en pie en un gélido patio. Hubo cuatro prisioneros en su derredor: uno al frente, uno atrás, y dos a sus costados. Incluso el cambiar el peso de su cuerpo de un pie al otro invitaba a salvajes golpizas. Ella era forzada a mantenerse en pie hasta diez horas. Eso era al final del invierno. Incluso con solo media hora en turno, los presos duramente soportarían el frío. Las piernas y pies de la Srta. Ding estuvieron severamente hinchadas y no podía ponerse los zapatos. La mayor parte de su pelo se le había caído. Su espalda y piernas estuvieron lastimadas y no podía caminar erguida. A menudo ella era objeto a ser golpeada por grupos violentos a manos de los prisioneros.

Todo el invierno fue igual para la Sra. Ding. Un día, después de una ronda de salvajes golpizas y descargas eléctricas a manos de los policías y varios presos, nadie volvió a ver a la Sra. Ding. Un preso que supo de las circunstancias dijo, “En esa ocasión ellos perdieron el control mientras la golpeaban”.

Entre tanto, otro practicante también sufría la misma persecución, resultando en severas heridas en la parte baja de la espalda, el área de los riñones, piernas y pies. Al final, tampoco nadie supo del paradero de esos practicantes.

Fecha de edición: 23/3/2005
Fecha del artículo original: 8/3/2005
Categoría: Información sobre la persecución
Versión en chino disponible en: http://minghui.ca/mh/articles/2005/2/27/96272.html
Versión en ingles disponible en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/3/8/58252.html