Por una practicante de Dafa en la provincia de Heilongjiang

(Sabiduriapura.org)

El Maestro curó mi enfermedad del corazón

En 1989, mi tienda tenía mucha prosperidad. De repente, fui diagnosticada con angina pectoral y me desmayé dos veces. Para poder vivir mi vida, cerré la tienda. El 21 de diciembre de 1994, fui lo suficientemente afortunada para asistir a la quinta Lección de Lectura del Fa en la ciudad de Guangzhou. En la primera noche de lectura, el Maestro curó mi enfermedad del corazón. El practicante sentado a mi lado dijo, “He seguido al Maestro y he asistido a ocho sesiones de lecturas del Fa. Esta es la primera vez viendo al Maestro tratar una enfermedad del corazón. Eres predestinada. Cultívate bien.”En ese momento, el Maestro hizo dos gestos de manos a los practicantes parados y les pidió que pateen al aire. Él también hizo que la otra mitad de practicantes se paren y den una patada al aire. El Maestro hizo otros dos gestos de manos. No podía creerlo yo misma: ¿Había sido curada la enfermedad que había soportado por tantos años? Los tiempos vuelan, y han pasado diez años desde esa sesión de lectura.

Durante la persecución, la policía estuvo probando “transformarnos.” Ellos amarraron piedras pesadas en los cuerpos de los practicantes y los hizo correr. A mi me ordenaron llevar una bolsa pesada de tierra en mis espaldas. Nos golpearían si no corríamos lo suficientemente rápido. Incluso después de estas torturas, mi enfermedad del corazón nunca volvió.

El Maestro calmó nuestras emociones

Una noche del 28 de diciembre de 1994, la Sesión de Lectura en Guangzhou terminó. El Maestro nos dijo, “Mi visa está lista.” Todos nosotros sabíamos que el Maestro viajaría por el mundo para introducir Falun Gong. No sabíamos cuando podríamos verlo de nuevo en el futuro. Durante los ocho días de lecturas, el Maestro nos enseñó la ley universal y limpió nuestros cuerpos. Cuando era el momento de decir adiós, todos se sentían tristes. Cuando todos los practicantes se levantaron para ver irse al Maestro, el aplauso fue realmente intenso. El campo de energía y mis sentimientos eran indescriptibles mirando al Maestro caminando hacia la puerta. Nuestros corazones estaban saltando, y lágrimas llenaban nuestros ojos. El Maestro parecía que no quería dejarnos desanimados. Se dio vuelta e hizo dos gestos de manos para todos. El aplauso disminuyó, ya que no podíamos detenerlo más. El Maestro entonces caminó hacia fuera del salón de lectura. Empecé a entender el significado de sus gestos de manos. El Maestro quería calmar nuestras emociones para ayudarnos a que nos cultivemos bien.

Fecha de edición: 2/1/2005
Fecha de artículo original: 29/12/2004
Categoría: Experiencias de cultivación
Versión en chino disponible en: http://minghui.ca/mh/articles/2004/12/17/91627.html
Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2004/12/29/56063.html