El 22 de agosto, 2002, una reunión para la “reorganización de disciplinas en el campo de trabajos” tuvo lugar en el Campo de Trabajos Forzados de Mesanjia. Como sólo era una frente para intensificar la persecución de los practicantes de Dafa, protestamos no atendiendo a la reunión. Los colaboradores y guardianes de la prisión, (practicantes de Dafa que se volvieron contra Dafa bajo presión) en el campo de trabajos forzados nos arrastraron de donde estábamos para que atendiéramos. En ese entonces, densas nubes obscuras se encapotaron sobre el campo de trabajos mientras policías fuertemente armados nos escoltaban al sitio de la reunión.

Durante la reunión, el director del Campo de Trabajos Forzados de Masanjia, anunció la extención de las sentencias para los practicantes de Daiwa: Li Dongquing, Li Liming y Song Caihong. Todos nos sorprendimos. Desde que fueron sentenciados en octubre de 1999, los tres practicantes habían sido extensamente torturados por no sucumbir al mal y renunciar a sus prácticas. Sin embargo, justo cuando sus sentencias de tres años estaban a punto de acabar, ellos iban a ser enviados a la Prisión Dabei en la Ciudad Shenyang para más persecución.

Nosotros, los practicantes de Dafa detenidos aquí en el Campo de Trabajos Forzados de Masanjia, debido a nuestra inquebrantable fe en “Verdad, Compasión y Tolerancia”, fuimos torturados inhumanamente. Fuimos forzados a ponernos de cuclillas en cuartos confinados por extensos períodos de tiempo, prohibidos a dormir, abusados verbal y físicamente, dados descargas eléctricas con bastones y a veces forzados a escuchar por 24 horas diarias lavados mentales por altavoces de alto volumen. En el invierno helado, fuimos encadenados afuera para que nos congeláramos, mientras en el intenso calor del verano, fuimos enviados a trabajar en los campos. Trabajábamos como esclavos haciendo manualidades y cosiendo ropa a mano. Para comer nos daban maíz y vegetales conservados. Solo nos permitían a usar el baño dos veces diarias y fuimos públicamente humillados cuando no lográbamos controlar nuestra vejiga y nos orinábamos en los pantalones. Ciertos discípulos de Dafa no fueron permitidos hacer llamadas telefónicas o escribir cartas. Nuestras cartas de apelación fueron confiscadas. Cuando nuestros familiares viajaban miles de millas para visitarnos, no eran permitidos vernos. Cuando los practicantes de Dafa eran liberados de los confinados cúbicos en cuclillas, ellos tenían dificultades para caminar o mirarse entre ellos debido al intenso dolor de sus piernas, pies y manos. El número de practicantes de Dafa severamente torturados en el Campo de Trabajos Forzados de Masanjia es demasiado alto para decir. Algunos fueron tan vilmente torturados que quedaron con traumas psicológicos que ya no podían relacionarse normalmente con otros. Algunos fueron enviados a hospitales psiquiátricos para darles más torturas. Otros, en protesta, se dieron en huelga de hambre por más de 100 días; la policía continuaba dándoles alimentación forzada durante sus días de huelga de hambre.

Cuando el Director del Campo de Trabajos Forzados de Masanjia anunció la extensión de sentencias para Li Dongqing, Li Liming y Song Caihong, todo el salón de la reunión resonó “Falun Dafa es Bueno” del grito de los practicantes de Dafa. La policía quedó sacudida. Trataron de silenciarnos tapándonos las bocas con cintas adhesivas, golpeándonos y pateándonos y apretándonos los cuellos. Después que nos esposaron y nos arrastraron afuera del lugar del encuentro, algunos practicantes fueron confinados a los pequeños cúbicos en cuclillas, otros fueron enviados al primer piso para ser tratados brutalmente. Todavía hay otros cuyas sentencias de encarcelamiento ilegal fueron extendidas de dos a cuatro meses.

23 de junio, 2003


Fecha del artículo original: 2 de julio, 2003
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2003/6/23/52729.html

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