[Minghui Net] El Consejo Europeo aprobó recientemente una nueva convención internacional para que el tráfico de órganos humanos para trasplante sea considerado un delito penal. La convención estará abierta a la firma de los estados miembros y no miembros del Consejo Europeo. 

España será el anfitrión de la ceremonia de apertura de firmas a finales de 2014 o principios de 2015.

En su página oficial, el Consejo explica los antecedentes de la adopción de esta nueva convención: "La escasez de órganos, la disparidad acentuada por la crisis económica, las grandes diferencias entre los sistemas de salud y la codicia de los traficantes sin escrúpulos, han dado lugar en los últimos años a un aumento en el turismo para trasplantes y el tráfico de órganos humanos".

El Consejo califica el tráfico de órganos humanos como una violación a la "dignidad humana y al derecho a la vida", y como "una grave amenaza para la salud pública".

Si bien el convenio deja abierto que las partes decidan sobre la cuestión de la persecución de los donantes que participan por voluntad propia en el comercio de órganos, en el caso del cirujano que realiza la extracción o el implante siempre estará sujeto a la ley penal.

El nuevo convenio "tiene por objeto armonizar el sistema penal en Europa para perseguir más eficazmente a las personas y las organizaciones criminales responsables por el tráfico", indica la página oficial del Consejo.

Diferentes países han adoptado diversas versiones de leyes penales contra el tráfico de órganos.

Israel, un estado asociado de la Unión Europea, estableció en 2008 una ley penal que prohíbe a sus ciudadanos la obtención de los trasplantes ilegales de órganos en el extranjero. Los gastos relacionados con tales operaciones ilegales no serán cubiertos por las compañías de seguros.

El Dr. Jacob Lavee, médico israelí del hospital más grande en el Medio Oriente, el Centro Médico Sheba en Tel Madical Hashomer, fue una gran influencia para conseguir la aprobación de esta ley. Él comenzó a notar el problema luego de que sus pacientes se realizaban trasplantes de corazón en China después de encontrar en cuestión de dos semanas órganos compatibles.  Llevando la investigación aún más lejos llegó a la conclusión de la sustracción forzada de órganos, de forma independiente a las denuncias realizadas por los practicantes de Falun Gong.

España aprobó una ley similar en 2010, sometiendo a los delincuentes a una condena de 3 a 12 años de prisión.

Australia modificó su legislación penal de 1995 y en marzo del año 2013 para incluir el tráfico de órganos como un delito penal.

La Unión Europea aprobó una resolución en diciembre pasado, condenando y pidiendo el fin de la extracción forzada de órganos de presos de conciencia en China, en su gran mayoría de practicantes de Falun Gong.