[Minghui.org] Me dirigía a casa desde el trabajo en mi bicicleta eléctrica en el atardecer de un día de invierno de 2013. Choqué con una furgoneta cuando entré en la autopista. Había mirado atentamente hacia ambas direcciones antes de entrar en la autopista, y no había ningún coche en mi campo visual. Me quedé estupefacta cuando la camioneta apareció de repente. Afortunadamente el conductor de la camioneta apretó sus frenos, y yo automáticamente presioné mis frenos de mano. Al menos de esta manera evité ser lanzada por el aire.

Los síntomas del accidente desaparecen con un pensamiento

Mi bicicleta fue derribada al suelo y yo también me caí. No pensé en nada. Rápidamente empecé a levantarme, pero no me pude poner de pie debido al vértigo. Sentía náuseas y ganas de vomitar. Inmediatamente pensé: “Soy una Dafa dizi. No voy a tener problemas. No debo marearme, ni tener otros síntomas”. Todos los síntomas desaparecieron inmediatamente.

Una pareja del pueblo quiso ayudar

De repente dos personas se acercaron, y me dijeron que no me moviera y que permaneciera en la misma posición, ya que querían conservar la escena del accidente. Reconocí a la pareja. Eran de mi pueblo y hacían negocios al costado de la carretera. Ellos estaban preocupados por mí y tenían miedo de que fuera a sufrir pérdidas, por lo que vinieron rápidamente.

Hombre joven evita la responsabilidad

El conductor, de unos 30 años de edad, salió de la camioneta. Se defendió sin parar. La pareja no lo podía tolerar. Lo reprendieron, y al mismo tiempo llamaron a mi marido, a mi hermano mayor y a su esposa. Le dije a la pareja que no había problema, y ​​que por favor no molestaran a mi familia, pero no me escucharon.

Bicicleta destruida

La pareja me señaló y dijo: “Mira tus ojos, hay sangre en las partes blancas de tus ojos”. Yo sólo sonreí y alcé mi bicicleta. Las ruedas delanteras estaban en posición horizontal, el eje delantero se había inclinado, y el pedal estaba atascado hacia adentro.

Quería que el joven me llevara a mí y a la bicicleta hasta mi casa. Le dije que no tenía necesidad de hacer nada más. El hombre dijo: “No me atrevo a llevarte a tu casa, ya que no sería bueno y me daría miedo de que tu familia me quisiera retener a mí o a mi camioneta”. Él llamó a su familia y su esposa llegó con dos muy elocuentes hombres de mediana edad en un coche.

En ese mismo momento, llegaron en una bicitaxi, mi hermano mayor y su esposa. Yo quería que ellos transportaran mi bicicleta rota. Me senté en el coche del joven. Todos nos fuimos juntos a mi casa, incluyendo a su esposa y los dos hombres que estaban en el otro coche.

Ni demandas ni extorsión

Los saludé cuando llegaron a mi casa y les ofrecí asiento. Entraron pero no se sentaron. Los dos hombres de mediana edad querían decir algo pero los detuve con mi sonrisa. Les dije: “Por favor, escuchen lo que tengo que decir en primer lugar”. Los hombres estaban desorientados, pero dijeron: “OK, habla. Creo que hay que ir primero al hospital. ¿Tienes algún pedido?”. Yo le dije: “No pido nada. Por favor, siéntense, y voy a hablar despacio para que me puedan entender”.

Les dije: “Soy una practicante de Falun Gong. Nuestro Shifu nos enseña a ser una buena persona, no importa donde estemos. No le voy a reclamar ni un solo centavo. Sólo queremos ayudar a otras personas. No les vamos a dar ningún problema. Ignora el hecho de que tengo 50 años y no te preocupes. No voy a tener ningún problema. Les pedí que vinieran a mi casa para poder explicarles algo. Acabamos de tener un accidente. No importa que nos hayamos conocido de esta manera. Esta es nuestra relación predestinada. Definitivamente quiero salvarlos, y les diré cómo pueden evitar un peligro en el futuro”.

Falun Gong se extendió por todo el mundo

Les dije cómo Dafa se había extendido por todo el mundo, y cómo le había enseñado a la gente a ser buena. El partido comunista chino (PCCh) ha actuado en contra de la ley y ha perseguido a los practicantes de Falun Gong. El PCCh ha extendido rumores sobre el fundador de Falun Gong, lo ha calumniado, y ha extraído órganos a practicantes vivos de Falun Gong para realizar trasplantes. Les hablé acerca de una gran roca en la provincia de Guizhou que tiene inscritas las palabras ‘el cielo destruirá al PCCh’. Les dije que podían renunciar al PCCh y así garantizar su seguridad.

Todos estaban conmovidos y estuvieron de acuerdo en renunciar al PCCh pero dudaron en firmar con su nombre. Con el fin de aliviar sus preocupaciones les dije: “Antes de hoy no sabíamos el uno del otro y no sé dónde viven. Ustedes no tienen que firmar con sus nombres reales, les daré unos alias”. Rápidamente firmaron con sus nombres.

“¡Hemos conocido a una buena persona!”

Cuando se fueron me quisieron dar dinero para comprar una bicicleta eléctrica pero lo rechacé. Ellos me dieron las gracias. Siguieron repitiendo: “¡Hemos conocido a una buena persona!”.

Cuando se iban la esposa del conductor regresó. Con entusiasmo me llevó aparte y me dijo donde vivían. Dijo sinceramente: “¡Definitivamente tienes que venir a visitarnos!”

Todas las situaciones son predestinadas

Al día siguiente me compré una bicicleta eléctrica nueva y me las arreglé para llegar a tiempo al trabajo. A pesar de que parecía un oso panda, con mi ojo derecho negro y azul, me sentía muy agradecida de haberle podido hablar a la gente sobre Falun Gong y la persecución. Pensé: “Ya sea que me encuentre con algo bueno o algo malo, es una relación predestinada que nos da la oportunidad de conocernos. Debo ver a todas las personas como mis parientes. Las situaciones buenas y malas están predestinadas”.

 

Versión en inglés disponible: http://en.minghui.org/html/articles/2014/4/16/223.html